El trabajo amplía lo publicado recientemente en sus Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), lo que había sido cuestionado y echado de menos por funcionarios de primera línea del Gobierno, como el jefe de ministros, Jorge Capitanich.
No obstante, ahora el FMI aclaró en el documento que "los datos del PIB de Argentina se basan en indicadores declarados oficialmente con anterioridad a las revisiones del PIB anunciadas por la agencia de estadísticas (INDEC) hacia fines de marzo de 2014".
Asimismo, recuerda que "el FMI ha emitido una declaración de censura y ha solicitado a Argentina que adopte medidas correctivas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PIB", así como lo hizo con la inflación.
Por otra parte, el organismo multilateral de créditos dijo abiertamente que "en Argentina se necesita realizar ajustes adicionales de política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica, en particular teniendo en cuenta un contexto posiblemente más débil de los precios internacionales de las materias primas".
De acuerdo con el documento, si el país no genera un cambio urgente en su política económica va rumbo a una fuerte desaceleración que bajará el crecimiento de la economía hasta el 0,5 por ciento para el 2014 y de 1 por ciento para 2015.
Estas cifras se encuentran por debajo del promedio de América Latina y el Caribe -región que abarca a 33 países y 580 millones de personas- dado que para la región se prevé un aumento de 2,5 por ciento en 2014 y de 3 por ciento en 2015.
El impacto de los Estados Unidos
Los efectos de una normalización gradual y ordenada de la política monetaria de Estados Unidos deberían ser limitados en la mayor parte de América Latina y el Caribe, indicó el FMI en su informe de perspectivas.
Los mercados emergentes, entre ellos la Argentina, no deberían preocuparse excesivamente por una normalización de la política monetaria estadounidense que fuera reflejo de una mejora de las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos, aunque el aumento de la volatilidad de los flujos de capitales continúa siendo un riesgo para la región, señala el reporte.
El FMI destaca que el escenario de fortalecimiento de la recuperación económica estadounidense "genera impulsos positivos en el sector real de México y varias economías centroamericanas y caribeñas, pero el efecto es menor para América del Sur".
"La exposición tradicional a cambios en las tasas de interés estadounidenses ha disminuido, ya que los gobiernos dependen en menor medida del endeudamiento en dólares de EEUU.", indica el estudio.
En un escenario de normalización gradual y sin sobresaltos, es poco probable que las entradas de capitales netas a América Latina y el Caribe se reviertan.
"Si bien no es posible protegerse completamente de este tipo deshocks externos, los países de la región pueden aumentar su resistencia frente a la volatilidad financiera reforzando las hojas de balance y manteniendo marcos de política creíbles", reseña el estudio.
FUENTE: Noticias Argentinas