El Seleccionado ganaba el preolímpico en Bogotá y se clasificaba a los Juegos de Moscú '80, con un equipo de jugadores con mayoría del interior y de Talleres de Córdoba.
Fue uno de los torneos más claramente ganados por una Selección argentina de fútbol. Y pocos lo recuerdan.
Porque esa Selección que jugó del 27 de enero al 15 de febrero de 1980 el torneo Preolímpico terminó invicta, con la valla menos vencida y con el goleador del torneo (Meza). Además, se clasificó para los Juegos de Moscú y eliminó a Brasil.
Ese combinado nacional tenía pincelazos del campeón mundial juvenil de 1979 (Osvaldo Rinadi, Juan José Meza y Ángel Hoyos), también rezagos del campeón del mundo del '78 (Luis Ocaño y Luis Ludueña, padre de los hermanos que jugaron en River, estuvieron entre los convocados antes del torneo) y sobre todo contaba con una mayoría de jugadores del interior del país.
Y en esa mayoría, con excepción de Carlos Randazzo, de Boca, y de Rinaldi, de San Lorenzo, estaba ese seleccionado del interior con una base de Talleres de Córdoba, que en esos tiempos era una animador del fútbol de Primera.
La filosofía de César Luis Menotti estuvo en ese largo proceso a cargo de los seleccionados nacionales. Porque el Flaco, desde el '74 hasta después del Mundial del '82, armó diversos equipos e hizo convocatorias que nunca un DT había contemplado.
Armó combinados del interior (como el del Preolímpico), conformó una selección santafesina, también el seleccionado juvenil campeón del mundo del '79 y por supuesto, el mejor del mundo del '78.
Precisamente de ese equipo que levantó la Copa había jugadores como Luis Galván, Daniel Valencia, Enrique Oviedo, Osvaldo Ardiles y Julio Villa, que surgieron de esos llamados de equipos del interior del país.
El combinado era dirigido por Federico Sacchi bajo la supervisión de Menotti. En el verano de 1980 había jugado varios amistosos como el que disputó el 15 de enero en San Rafael al golear a Arizu Villa Atuel por 5 a 2 y después superó al Honved de Hungría, en Vélez, por 3 a 1.
Al arco estaba Oscar Quiroga, que deslumbró en Talleres y San Lorenzo, y después vino a Mendoza jugar Nacional B para el Deportivo Maipú, y el puntero derecho era el veloz Ángel Héctor Bocanelli, imparable por la derecha del ataque de la T, que estuvo una temporada en San Martín.
En el Preolímpico de Colombia comenzó ganándole a Chile 1 a 0 (27 de enero en Bogotá), también por el mismo marcador superó a Venezuela (31 de enero) en Barranquilla. Luego goleó a Perú 4 a 1 en Cali y lo mejor llegó ante Brasil, el 7 de febrero, en el estadio El Campín, de Bogotá. Fue 3 a 1, con un final en donde la impotencia de los brasileños los llevó al juego brusco como único recurso.
Frente a Bolivia, el 10 de febrero fue 4 a 0, en Bogotá, y sólo faltaba el partido por la última fecha frente a los locales, con el equipo de Sacchi, ya clasificado para Moscú, otra vez en Bogotá.
El objetivo se había cumplido y algunos de esos campeones juveniles se juntaron con experimentados del interior (podían jugar de cualquier edad porque no tenían contrato profesional), pero después vino la gran decepción.
Estados Unidos argumentó que la intervención de la Unión Soviética en Afganistán era una invasión que violaba el derecho internacional, por lo que decidió no asistir a los Juegos e iniciar un boicot al que comenzaron a plegarse varios de sus países aliados. Algunos atletas compitieron bajo la bandera olímpica, ya que sus países habían hecho el boicot y lo dejaban librado a sus voluntades. En total fueron 65 las naciones no compitieron.
Argentina se había clasificado en varias disciplinas y sus deportistas (como el atleta Tito Steiner) se quedaron decepcionados y frustrados. Toda una vida para ir a una cita olímpica impedida por una medida del gobierno nacional, que no tuvo en cuenta el sacrificio y las horas de entrenamiento para intentar la clasificación. Incomprensible.El festejo. Corrida y alegría del plantel argentino en Bogotá.