La plaza del barrio Nueva Esperanza, de Guaymallén, se vio alborotada por la presencia delcampeón mundial Juan Carlos Reveco y del hijo pródigo del Lihué, Jonathan Víctor Barros, quienes
fueron el broche de oro del festival boxístico montado a cielo abierto en honor al Día delTrabajador.El Cotón y el Yoni, quienes no se cansaron de firmar autógrafos, luego de siete pleitos entreboxeadores aficionados realizaron una exhibición donde también se vieron involucrados los hermanos
de Barros, Walter y Gastón.Luego de un par de rounds de escuela de combate entre las dos joyitas del boxeo de nuestraprovincia, el Yoni hizo una sesión de manoplas y luego tiró guantes con el Toto.
Tras eso se produjo uno de los grandes revuelos de la tarde, ya que desde los rincones volaronhacia el público las remeras de los pupilos de Ricardo Bracamonte.
Por la integración y la superación
La idea de ese festival fue mostrarles a los chicos de la zona que mediante el deporte –en estecaso, el boxeo– se puede salir de los flagelos de la sociedad actual.
Por eso merece destacarse el esfuerzo que realizó la unión vecinal de ese barrio guaymallino,más el aporte de distintas áreas de la Comuna.
El fulbito. Los pibes de la barriada se jugaron un partidito entre peleay pelea.Resultados del festival
En la plaza del barrio Nueva Esperanza alcanzaron la victoria Enzo Tancillo (69 kilos mayor),Natalí Ferreyra (60 juvenil), Maximiliano Bracamonte (57 juvenil), Jorge Mercado (81 mayor) y
Rodrigo Acosta (54 juvenil), frente a Álvaro Barrera, Érika Benítez, Abraham Barreiro, ArmandoAndrada y Diego Ponce respectivamente.Los empates de la tarde fueron éstos: Arnaldo Agüero-Jonathan Ozán (57 juvenil) y GianfrancoBracamonte-Lucas Aguilera (51 juveniles).
Box amateur. Algunos de los aficionados de la Federación Mendocinafueron los encargados de animar los combates. Un autógrafo del campeón del mundo. Juan Carlos Reveco estampó su firmaen el sombrero de uno de los vecinos. Ídolo total. El Yoni, quien creció cerca de esa barriada guaymallina,fue el más requerido por los asistentes. Cientos de autógrafos. Fue los que firmó Jonathan Víctor Barros.