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La historia de un futbolista suicida. Vivalda, que fue campeón con River Plate en 1975 y triunfó en varios clubes, entre ellos Millonarios de Bogotá, fue superado por la depresión y se quitó la vida.

No pudo atajar sus días negros

Por Lucio A. Ortiz

ortiz.lucio@diariouno.net.ar

A los 17’ del segundo tiempo Ángel Labruna le dijo: “Prepárese pibe que entra por Fillol”. Esas palabras le retumbaron en su cabeza y le imprimieron coraje para ir a ocupar el arco de River Plate el 30 de julio de 1975, ante Témperley, en la cancha de Racing. River estaba puntero y sólo quedaban 3 fechas para el final del torneo Metropolitano.

Hacía 18 años que los de la Banda Roja no eran campeones y ese partido terminó en empate 1 a 1. Era un riesgo equivocarse.

Y dos semanas después una huelga de los jugadores profesionales argentinos, el 14 de agosto, les abría interrogantes a los futbolistas. No se presentaron a jugar y River Plate formó con juveniles la primera división y le ganó 1 a 0 a Argentinos Juniors. Se recuerda el gol de Norberto Bruno pero pocos se acuerdan que ese día atajó Alberto Pedro Vivalda con 19 años, el mismo que había remplazado a Fillol.

Vivalda tenía al Pato adelante y si quería tener notoriedad se debía ir del club de Núñez. Pasó a Chacarita Juniors y luego a Racing Club.

Pastoriza lo recomendó que fuera a Colombia, a Millonarios de Bogotá, en 1982. También fueron los Argentinos Van Tuyne, Barberón y Carlos Ángel López. En ese club estuvo hasta el ‘85 y tenía de suplente nada menos que a René Higuita. También se juntaría en 1984 con el puntano Juan Gilberto Funes y compartiría prácticas y partidos con Carlos Valderrama.

“Durante esos 3 años tuvo inmensas atajadas que lo llevaron al “Olimpo de los ídolos azules”. El Loco Vivalda fue uno de esos arqueros fuera de serie, que además de tener grandes atajadas brindaba show y salía jugando con el balón, cosa que le aprendió en algún momento René Higuita, quien fuera su suplente mientras estuvo en Millos, afirma la página Millo-narios-fútbol. red.

Volvió para jugar en Racing, Unión, Platense y Ferro (en 1989) para completar 257 partidos en la división superior de la AFA.

Dejó de jugar a los 33 años y se perdió del ambiente del fútbol.

El Loco Vivalda tuvo su época de grandes atajadas, de cabello largo, de gorrita, de locuras en el arco, y también de depresión, de problemas económicos, de separación de su mujer, del alejamiento de sus hijos.

La angustia lo consumía y no tuvo mejor idea que irse de este mundo por su cuenta. Y el 4 de febrero de 1994 se tiró a las vías del ferrocarril Mitre en San Isidro, a los 37 años.

El muchacho tuvo su tiempo de fama. No soportó la soledad y buscó el suicidio como llamativamente han hecho otros arqueros de fútbol.

Fuente: Diario UNO Mendoza

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