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Caso raro el de este Godoy Cruz. Porque cada vez que salió fuera de casa en este año sacó resultados positivos y además convirtió muchos goles. Contabilizando Copa y torneo local tiene un promedio de un poco más de tres goles por partido y todavía no cono

No lo perdonó

Por UNO

El otro lateral tombino en acción. Zelmar García e Iván Vélez luchan por

la pelota. Fue un buen triunfo tombino.

Caso raro el de este Godoy Cruz. Porque cada vez que salió fuera de casa en este año sacóresultados positivos y además convirtió muchos goles. Contabilizando Copa y torneo local tiene un

promedio de un poco más de tres goles por partido y todavía no conoce lo que es perder. Algo

increíble para el fútbol de estos tiempos.

A la hora de analizar el partido ante Independiente, al Tomba le

sienta mejor dejarle el protagonismo al rival y no perdonar cualquier descuido.

Porque el Rojo tomó la manija del partido en los primeros 20 minutos y

tuvo a su merced a un Godoy Cruz que se dedicó a defenderse. Cuando ni siquiera había pateado al

arco, el Expreso se encontró con un empate inesperado con un gol en contra de Fredes. Ese golpe fue

muy duro para el local, que comenzó a desestabilizarse y dejó de ser el equipo agresivo de los

primeros momentos.

Ni hablar del tanto de Ariel Rojas, que despertó los fantasmas de los

últimos tiempos en Avellaneda y tranquilizó al Bodeguero, que a partir de ese momento jugó más

práctico y ajustó algunas marcas para cerrarle los circuitos al rival.

El de Godoy Cruz fue un mediocampo que recordó las recientes buenas

épocas, donde a base de sacrificio mostró mucha solvencia y de a poco liquidó los atisbos de

reacción del equipo del Turco Mohamed. Con ese panorama la defensa trabajó con mayor tranquilidad y

en el complemento pocas veces se vio sobrepasada como en algunas partes de la etapa anterior.

Pero lo más extraño se da en la ofensiva, porque tiene como goleador a

Rubén Ramírez –con 4 es el máximo anotador de Godoy Cruz este año–, pero sus goles llegaron más por

estar agazapado ante cualquier error del rival que por alguna jugada elaborada en conjunto. Tito es

un abanderado del sacrificio y casi siempre se las tiene que arreglar solo ante la poca compañía.

Así y todo se las ingenia para estar presente en el marcador y anotar goles importantes para su

equipo.

Este Tomba tiene una forma de jugar de visitante que no luce pero es

efectiva, ya que los resultados lo respaldan. Es una forma de jugar distinta a lo que nos tenía

acostumbrado Godoy Cruz el año pasado, aunque también vale a la hora de sumar.

Ante un equipo con historia copera como lo es Independiente, los

dirigidos por Jorge Da Silva consiguieron tres puntos con una buena diferencia, ya que este grupo

está muy parejo y la diferencia de gol puede ser fundamental para determinar los dos clasificados a

octavos de final.