Al director técnico de la Selección argentina le queda bastante tiempo para elegir sus 23jugadores para ir al Mundial de Sudáfrica, que comenzará en junio.
Pero a su vez los tiempos se acortan y aparecen nuevos jugadores, sin convocatorias a laSelección, que muestran sus condiciones para llamar la
atención de Diego Maradona.
Y esas situaciones le trastocan la planificación al entrenador. Porque saltan a su vista valoresque días antes no había tenido en cuenta y otros que siempre han estado en segunda línea para
eliminatorias y que de repente obstaculizan, con buenas intenciones, la lista original del DT.Y así Maradona escribe y tacha, vuelve a anotar, agrega al listado otros nombres y vuelve aanalizar. Se le hace una nómina mayor, que supera ampliamente los 30, que tiene que presentar para
empezar los trabajos previos al Mundial.Goleadores que aparecen como Cavenaghi en el fútbol francés, otros como Lucas Barrios, en elfútbol alemán, que anotan y siguen engordando promedios de efectividad. Y también muchachos como
Javier Saviola, que imponen presencia en el fútbol portugués.Y también viejos conocidos como Crespo o Rodrigo Palacios, que le dan calor entre tanto fríoitaliano a los hinchas de Genoa.
Y en Nápoles del sur el rubio Denis convierte, mientras que en la rica Milan del Norte, eseequipo plagado de argentinos y estirado puntero que es el Inter, otra vez es figura Walter
Samuel.Y por el fútbol de acá sigue mostrando la cara Mauro Boselli, como si Estudiantes de La Plata lequedase chico, y también Diego Pozo y Cristian Luchetti atajan, como para tener ocasiones de cuidar
el arco en la Selección.Todos incluidos... con Palermo haciendo goles en Boca y José Sand sin perder la costumbre en elfútbol de los Emiratos Árabes, se anotan para la Selección nacional.
Maradona anota y vuelve a anotar. Agrega apellidos y consulta con Mancuso, con Enrique y le abrelas antenas al fútbol del mundo.
No quiere equivocarse, no quiere olvidarse de nadie. Pero finalmente deberá elegir. Que elijabien.
