Vélez, que ganó su única Copa Libertadores en 1994, se presentará en Uruguay con el objetivo de cerrar su valla y tratar, a su vez, de aprovecharse de la presión que tendrá Peñarol por ser local, para encontrar los espacios y buscar el arco rival, porque cada conquista en Uruguay será muy valiosa.
En esta serie de semifinal, al igual que en la de octavos y cuartos pero no así en la futura final por el título, el gol de visitante se contará como doble en caso de que los equipos culminen igualados en puntos y goles tras los dos partidos.
Vélez no tuvo necesidad de recurrir al desempate en esta Copa porque sorteó con claridad a sus rivales anteriores, ya que tanto a Liga de Quito (octavos) como a Libertad, de Paraguay (cuartos), les ganó de local 3 a 0 y luego se valió de la desesperación rival para lograr un 2-0 y un 4-2, respectivamente.
De todas maneras, enfrente tendrá a un rival con mucha historia al que nunca enfrentó por la Copa, como Peñarol, que conquistó cinco títulos (sólo fue superado por Independiente 7 y Boca Juniors 6) y que viene de menor a mayor en esta edición, por lo que sueña con volver a alcanzar la gloria como lo hizo por última vez en 1987.