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Leandro Caruso volvió a jugar en Godoy Cruz después de dos años. “Estoy contento porque volví, pero más que nada por el triunfo”, comentó el goleador tombino.

La tarde del reencuentro

Por UNO

Javier Elgueta

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En el banco de suplentes esperaba ansioso volver a jugar con la camiseta de Godoy Cruz, esa que empezó a vestir en el 2008 y con la que logró el regreso del Tomba a la primera división.

Esa con la que anotó 14 goles en la máxima categoría, siendo con el colombiano Jairo Castillo el máximo goleador del Bodeguero en la A.

Pero sus buenas actuaciones hicieron que recibiera varias ofertas para continuar su carrera, por eso el 21 de junio de 2009 jugó su último partido en Godoy Cruz. Fue en la victoria 1 a 0 ante River Plate, con el recordado gol del Memo Borghello, que le permitió al Tomba asegurar su lugar en la categoría.

El Udinese fue quien adquirió al Rifle por 4 millones de dólares, pero no alcanzó a jugar en el club italiano. Es que el técnico le dijo que no lo iba a tener en cuenta, por eso inmediatamente regresó a la Argentina, aunque esta vez para jugar en Vélez Sarsfield.

En el club de Liniers estuvo hasta el 2010, cuando fue transferido a River Plate, donde jugó hasta el pasado torneo Clausura.

Mientras el delantero masticaba el dolor de haber quedado en la historia como uno de los jugadores del Millonario que se fueron al descenso, llegó el llamado de Godoy Cruz para que volviera a Mendoza.

No lo pensó mucho, negociaron y se concretó su regreso a un club donde tiene muy buenos recuerdos y donde la gente lo quiere.

Se sumó tarde a la pretemporada, por eso los primeros partidos los miró desde afuera, hasta que ayer Jorge Da Silva decidió incluirlo entre los suplentes. En el banco esperó su oportunidad, hasta que recibió el llamado de Polilla. Iban 17 minutos del segundo tiempo cuando con la camiseta número 11 pisó el campo de juego en lugar de Álvaro Navarro.

Así se producía el regreso del goleador al Tomba. No pudo convertir, pero buscó al arco con un remate e hizo una de esas jugadas que a él lo caracterizan y que aprendió jugando al fútbol sala.

“Hacía bastante que no jugaba, pero me sentí bien. A medida que vayan pasando los partidos y vaya sumando minutos me voy a sentir mejor”, manifestó Caruso luego.

“La gente conmigo siempre se portó bien, así que estoy contento porque volví y más que nada por el triunfo”, agregó el Rifle.

Como todos sus compañeros destacó la importancia de sumar la primera victoria luego del mal comienzo de Godoy Cruz en el torneo, pero sin dudas que para él este partido fue especial.

No había pasado mucho tiempo desde que se fue, apenas dos años, pero en la Bodega lo extrañaron y él, aunque no lo diga, extrañó a Godoy Cruz. Hoy están juntos otra vez, y seguramente vendrán los goles que tan felices hacen a ambos.