Por Juan Ignacio Blanco
El Tatú se mostró en buena forma para la pelea por el Latino FIB, del próximo sábado 13 en el Polimeni, con el Lobito César Ruiz
El Tatú se mostró en buena forma para la pelea por el Latino FIB, del próximo sábado 13 en el Polimeni, con el Lobito César Ruiz
Por Juan Ignacio Blanco
Lejos del viejo entarimado del gimnasio Luis Ángel Firpo, Daniel Eduardo Brizuela, quien dejó atrás su etapa al lado del técnico Osvaldo Corro, encara su resurgir dentro del pugilismo.
Está flaco y cerca de los 59 kilogramos, peso que no daba desde su exitosa carrera como amateur, la cual incluyó la participación en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
“Estoy casi 10 puntos”, lanza el Tatú (21-1-2-1SD, 8KO) a una semana de su pelea, en el Polimeni, por el Latino superpluma FIB con el marplatense Julio César el Lobito Ruiz (13-3-0-1SD, 2KO) y agrega que “estoy mucho más flaco y eso es algo espectacular”.
–¿La fractura de mandíbula en tu pelea con Gustavo Bermúdez (fue empate) fue el clic que necesitabas para encarrilar tu carrera?
–Eso favoreció para que me pusiera las pilas. Quiero demostrar, de una vez, todo mi potencial y hasta dónde puedo llegar si me lo propongo. Por algo pasan las cosas. Hoy en día estoy como lo estaba en la selección.
El 21 de noviembre de 2009, el Tatú sufrió su única derrota como profesional frente a Daniel Metralleta Dorrego. No fue por puntos, sino tras un espectacular nocaut en el primer asalto que, además, le valió la pérdida del título Latino liviano de la OMB.
En mayo, Dorrego perdió esa corona con el limitado chileno Hardy Paredes. Por eso, Brizuela comentó: “Cuando peleamos, él no me dejó ni sacar la bata. Ahora espero poder enfrentarlo de nuevo. Sé que va a ser totalmente distinto, ya que voy a llegar bien con el peso”, y sumó: “Me dio bronca verlo en el piso. Esa noche estaba con mi señora y se lo dije. Le pasó lo mismo que a mí, ya que perdió por nocaut. Tal vez dentro de dos meses me subo a liviano y peleo contra el chileno”.