deportes
El trofeo mayor del fútbol mundial lelgó al estadio Orfeo y unas 10 mil personas la vieron de cerca. Jugadores históricos, incluído el mendocino por adopción Leopoldo Jacinto Luque, volvieron a tenerla en sus manos.

La Copa entre nosotros

Por UNO

Del 78 y el 86. Todos juntos con la Copa. Foto: Nicolás Galuya / Diario

UNO.

Brillante y resplandeciente. La protagonista absoluta de la jornada y del año, la Copa MundialFIFA marcó presencia e historia en la provincia de Córdoba. Estuvo expuesta en el estadio Orfeo y

pudo ser vista de cerca por unas 10 mil personas que se hicieron un lugar en la lluviosa mañana de

lunes para darse el gustito de posar junto a ella para una foto que quedará, seguramente, guardada

entre sus más valiosos recuerdos.

La Copa llegó por primera vez al Interior del País en el marco de una

gira organizada por la compañía Coca Cola que ya ha recorrido más de 50 países y continuará su

viaje por Perú, Venezuela, Honduras, Panamá para luego llegar a Europa y finalmente arribar al país

organizador del Mundial, Sudáfrica, en mayo próximo.

No podían quedar afuera de este acontecimiento los campeones del mundo

de Argentina 78 y México 86.

Leopoldo Jacinto Luque, Sergio Batista, el Chino Tapia, José Luis

Brown; así como los cordobeses Luis Galván, Daniel Valencia, Héctor Baley y Miguel Oviedo fueron

los únicos privilegiados en tocar el preciado trofeo, que se pondrá en juego a partir del 11 de

junio en Sudáfrica.

Los ex jugadores de la Selección volvieron a emocionarse y recordaron

la gloriosa gesta que consiguieron.

Uno de los momentos más emotivos fue, sin duda, el instante en el que

los únicos con derecho a tocar esa obra de 36,8 centímetros y 6.175 gramos realizada en oro macizo

la tomaron entre sus manos y la levantaran para los flashes de los fotógrafos y el caluroso aplauso

del público.

"Es una sensación hermosa volver a tocar el trofeo que ganamos hace

tanto tiempo y que esté en Córdoba tiene un significado muy especial, ya que es la provincia en la

que vivo y para mí tiene una tradición futbolística muy importante", dijo Luis Galván, el

santiagueño (cordobés por adopción) quien jugó todos los partidos del Mundial 78 con la

Albiceleste.

El Checho Batista, en tanto, también tomó con alegría el

acontecimiento que lo unió a varios de sus ex compañeros.

"Esta es una linda ocasión para volver a sentir algo parecido a lo que

pasamos en el 86 y una buena excusa para juntarme con los muchachos. Tanto los del 78 como los del

86".

Respecto a la realidad del equipo conducido por Diego Maradona y las

chances para el desafío en Sudáfrica todos trataron de ser optimistas y dejar atrás las dudas que

despertó el combinado nacional en las Eliminatorias y los amistosos disputados hasta ahora.

"Creo que tenemos que dejar atrás lo que pasó y pensar en lo que se

viene. Apoyar desde nuestro lugar a los chicos y tener la esperanza de que podemos lograr

nuevamente levantar este hermoso trofeo", dijo Batista.

Luque, feliz

Un mendocino por adopción, un hombre que se siente identificado con nuestra provincia y que

fue una de las piezas importantes en aquel equipo dirigido por César Luis Menotti en 1978, es

Leopoldo Jacinto Luque, quien estaba exultante y no disimuló su alegría por volver a poner sus

manos sobre la Copa Mundial FIFA.

"Cuando la recibí en Ezeiza me emocioné, cuando la volví a tocar ahora

experimente la misma alegría que en aquel momento porque yo soy un fanático de la Selección",

expresó el ex delantero.

Las posibilidades del equipo de Diego en el Mundial de Sudáfrica no

estuvieron ajenas al análisis de Luque, quien afirmó que "creo que Diego va a saber acomodar las

piezas cuando llegue el momento".

"Reconozco que en alguna vez critiqué a este equipo. Pero no lo hice

desde la maldad, sino que fue para contribuir porque me pone triste ver a la Selección así. Yo amo

esta camiseta, que es parte de mí desde hace mucho tiempo".

Coleccionista de camisetas

La muestra que presenta una impresionante colección de camisetas del coleccionista Marcelo

Ordas expone casacas históricas: La de Guillermo Stábile del partido semifinal (6 a 1) entre

Argentina y Estados Unidos en 1930; la de Roberto Telch usada en el partido del Mundial de Alemania

`74 entre Argentina- Italia (1 a 1); la de Mario Kempes (1978, triunfo ante Polonia 2 a 0); la de

Diego Armando Maradona (1986); y la de Claudio Caniggia (1990), entre otras.