repleto de imprecisiones y dudas y que sigue regalando protagonismo en el Bautista Gargantini.La Lepra salió decidido a llevarse a Tiro por delante, pero el entusiasmo le duró poco. En laprimera parte buscó el partido, demostró la voluntad de ir para adelante, tuvo la pelota, generójugadas para los aplausos y pareció enamorar nuevamente a sus hinchas.Pero le faltó lo más importante: el gol. Todo el esfuerzo que hizo terminó valiendonada, porque se fue al descanso en las mismas condiciones que cuando empezó, o peor aún, con eldesgaste físico encima.Y Tiro Federal fue inteligente. Aguantó muy bien el mejor momento de Independiente y despuéspegó en el momento justo.La primera que tuvo en el complemento terminó en la red, y así el conjunto rosarino demostróque todo es más sencillo de lo que parece. El equipo de Celoria no sólo jugó el complemento con latranquilidad de estar en ventaja sino con el adicional de la desesperación del local por no repetirla película de terror que ya ha vivido varias veces.Con todo esto, el Tigre se hizo un banquete y mordió más profundo en las carencias deIndependiente. ¿Cuáles? Los regalos de la última línea a la hora de alejarle el peligro a Carrera ylos regalos ofensivos al momento de hacer valer en la red el trabajo del resto del equipo.Tiro Federal llegó cinco veces al arco en los 90 minutos, y tres de ellas terminaron en gol.La Lepra tuvo al menos quince tiros al arco y otros tantos centros y pelotas divididas, pero unasola fue a parar a la red. Una y desde fuera del área.Precisamente quien rompió con el cero (Caballero) recién ingresaba y con la desventaja deestar dos goles abajo. Casualmente o no este jugador es uno de los que saben que sólo con este tipode jugadas puede ganarse un lugar entre los once.En fin, así está Independiente y así son los resultados que cosecha. Sin dudas que esteequipo necesita un cambio de actitud, compromiso y personalidad.