Cuando supo del nacimiento de sus sobrinos, Dulko pensó en mostrar un cartel dedicándoles la victoria a los recién nacidos. Al llegar a Roland Garros, decidió utilizar una toalla para escribir el mensaje, aunque se ocultó para que nadie la viera, por si perdía. “Lo escribí encima del inodoro”, confesó Dulko, que reconoció que se planteó sacrificar Roland Garros para estar con su familia.
“No estar en Argentina fue muy fuerte”, dijo Dulko, que explicó que “estaba desesperada” hasta que pudo hablar con su hermano y recibir fotos de sus sobrinos, lo que la hizo quedarse despierta “hasta muy tarde”.
Sobre el partido, en el que doblegó a la australiana por 6-4, 1-6 y 6-2, la bonaerense destacó: “Jugué muy bien al principio. Intenté ser muy agresiva y lo hice muy bien. Empezar así fue la clave”, resumió.
El encuentro “tuvo idas y vueltas”, con un gran primer set para la argentina, otro contundente para la australiana y un tercero en el que Dulko supo mantener la concentración y cerrar “un partido bárbaro contra una finalista el año pasado”.
La argentina nunca había disputado un encuentro en el estadio Philippe Chatrier de Roland Garros, una cancha que la sorprendió “por lo grande que es”.