Acto seguido se ganó al público diciendo en catalán: "Soy tan feliz de estar aquí en Barcelona, sobretodo en un día como éste que hay tanto que celebrar. Espero haceros sentir como en casa, porque esto es ahora mi casa".
Pero lo mejor estaba todavía por llegar, cuando invitó a subir al escenario a los jugadores del Barsa Piqué, Xavi, Villa, Pedro, Busquets y Bojan a quienes les pidió que imitaran su inimitable movimiento de cadera al ritmo de Whenever wherever.
Con el público al límite de la emoción, sólo se escuchaba en el ambiente el grito unísono de ¡Ser del Bara es lo mejor que hay! De hecho, la celebración de la victoria del Barsa animó la venta de entradas durante las últimas 24 horas, aunque de todas maneras no se han cubierto las expectativas, ya que el Estadio Olímpico tiene capacidad para 60.00 personas, el triple de las algo más de 20.000 reunidas hoy.
Tras recorrer medio mundo, Shakira regresó este domingo a Barcelona para ofrecer cuatro conciertos más durante los próximos días en Valencia, Almería, Madrid y Bilbao.
"Cuando menos te lo esperas, llega algo o alguien especial", dijo la cantante, poco antes de cambiar la letra de "Loca" y cantar a voz en grito "soy loca por mi Pique".
Ante semejantes frases, el público no ha dudado en poner cara (y cuerpo) a las letras más calientes de la diva latina, cuyo último disco está repleto de frases como "soy adicta a ti, porque es un vicio tu piel" o "oye papi vuélveme loca, muerdeme la boca".
El gran cierre de la noche fue con el mundialmente famoso tema "Waka Waka" que retumbó en el gigantesco Estadio Olímpico iluminado con 400.000 vatios y la amplificación de 250.000 vatios de sonido.
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Piqué y Shakira en el festejo del Barcelona.
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Piqué y Shakira en el festejo del Barcelona.
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Parte del plantel del Barça estuvo en el recital de la colombiana.
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Parte del plantel del Barça estuvo en el recital de la colombiana.
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Piqué y Shakira en el festejo del Barcelona.
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Piqué y Shakira en el festejo del Barcelona.