Por Manuel de Paz
Ahora todos se radicalizan. Nadie peticiona. Exigen. Amedrentan. Se demanda de manera perentoria. El consejo es que no sólo hay que tenerle miedo a Dios sino también al gobernante mayor.
¿Miedo? ¿No sería mejor tener respeto?
Hoy si no me gusta algo, corto una ruta. Y si quiero elevar una queja, no sigo ninguno de los carriles instaurados por las normas. Los salteo.
Y si no consigo nada, por lo menos, les jodo la existencia a unos cuantos y marco presencia. No es mi problema si termino afectando a gente que no puede solucionar mi exigencia. Eso es un detalle.
El asunto es mostrar rabia e intransigencia. Ahora la tendencia es “ir por todo”.
La política es cada vez más unívoca y sectaria. ¿Acordar? Eso es de zanguangos. ¿Pactar? Para qué, si puedo imponer.
¿Debatir? ¿Hacer concesiones? ¿Rendir cuentas? Dejame de joder. Esos son artilugios de la democracia burguesa.
Bonitos signos de una época que no sólo involucra a gobiernos, sino que se ha extendido al trato cotidiano de muchos mortales.
Punto. Muevo el dial.
Caquita
Hace unos días se cayó el techo de la galería en una escuela que tiene un nombre hermoso: Homero Manzi, uno de los grandes poetas populares del país, sinónimo de tango.
Ese edificio ha sido invadido –como tantos– por la plaga de palomas que registra la provincia.
Plaga que no se puede atacar ni combatir porque existe una resolución que prohíbe su captura o eliminación y que, de manera increíble, se respeta con más veneración que muchas de las leyes que resguardan los derechos de los niños o de las embarazadas.
Vení, bichito de Dios
La fundamentalista norma manda, en cambio, que todos juntemos blancas palomitas, las llevemos al veterinario para que las esterilicen y las volvamos a soltar al viento para que sigan deponiendo a diestra y siniestra, pero ya sin reproducirse tanto.
Y también para que un día armen una tragedia al perforar techos en lugares llenos de niños.
Muy corrosivo
Las palomas depositan a diario mucha, pero mucha caca en los techos.
El de la mencionada galería de la escuela Manzi se desplomó no sólo por el peso de los excrementos sino por el conocido efecto corrosivo de esas angelicales deposiciones capaces de perforar una chapa.
Ahora el Gobierno ha llamado a una reunión para ver qué se hace con esa resolución de 1993 que, como cualquiera sabe, no ha dado los resultados esperados.
Lógico. De un disparate, no puede salir nada serio.
Te la hago “compliquetti”
Otra cosa: ¿no es un “poquito mucho”, como dicen algunas vecinas, la forma en que nos están controlando algunos gastos cotidianos?
Ir al supermercado y gastar $1.000, sobre todo, en la compra grande que se hace a principios de mes, es hoy algo habitual en una familia con hijos.
Sin embargo, ahora obligan al comprador a inscribirse en una base de datos y al supermercado a entregar factura B en lugar del ticket al que se exceda de esa cifra.
¿No sería más fácil subir ese piso de acuerdo con los datos reales de la inflación?
Los consumidores que se encontraron con esta nueva disposición en los súper coincidían en preguntar si no era la propia Presidenta la que nos ha instado a consumir para no bajar el ritmo productivo del país.
Esa sustancia
A pesar de todo seguimos viviendo en una provincia interesante.
En esta Mendoza la civilidad suele tener más criterio que las autoridades para ponerse a tono con algunas de las nuevas demandas sociales que nacen.
El viernes, por ejemplo, el teatro Universidad, de la calle Lavalle, reunió a varios cientos de personas interesadas en escuchar a especialistas y debatir sobre el proyecto para reformar la ley de drogas.
Es la que busca despenalizar el uso de la marihuana para uso personal y privado, sobre todo, a la luz de que con la prohibición de esa sustancia no se ha logrado atacar el consumo.
Bonita y “panzona”
Unos días antes, una reina vendimial embarazada había logrado que su caso hiciera temblar el rígido protocolo de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
A los 18 años Evelin Rodríguez, la representante de un departamento considerado conservador como Lavalle, había anunciado que llevaba cuatro meses de embarazo y que no iba a renunciar a su mandato.
Contaba con el aval del intendente de ese departamento, Roberto Righi, quien aseguró que quedar embarazada es algo natural y que él no tenía ningún problema en que la reina de esa comuna se paseara con su linda panzota arriba del carro del municipio.
Esos “del campo”
Es decir que desde un departamento rural y considerado pobre nos vinieron a decir cómo se puede ser transgresor sin ser cool. Los transgresores con carnet quedaron pagando.
Reina embarazada. ¿Sí o no? Ahí tenés un lindo problema para ver cómo te manejás con todas esas cuestiones del género, de los derechos de la mujer y de la no discriminación.
Fito no descansa
Permítanme concluir con algo más “artístico”. ¿Vieron que volvió Fito Páez a hablar tonteras? Me sigue gustando su música –no así su etapa de director de cine, que es horrible– pero cada vez me desorientan más sus disparatadas declaraciones políticas.
No sólo le da “asco” el 60% de los porteños que votó a Mauricio Macri sino que ahora considera que todos en el PRO son “buchones” y que “sus dirigentes son tipos que en la dictadura hubieran entregado gente” para ser encarcelada o asesinada.
Hay tal falta de actualización en muchos que se consideran de izquierda, que mete miedo.
Nos guste o no lo que hacen Macri y el PRO, sería de necios no reconocer que ese partido ha dado sobradas muestras de representar a la derecha civilizada y republicana.
Eso tiene un gran mérito porque en toda democracia consolidada se necesita partidos fuertes de derecha, de izquierda y de centro.
Esto de Fito es como los que siguen englobando a los críticos del peronismo como “gorilas”, como si estuviéramos en 1950 cuando se encarcelaba a todo el que no idolatrara al régimen.