Luciana Salazar viajó a Miami para celebrar su cumpleaños luego de la tormentosa ruptura con Martín Redrado y la nueva relación pública del economista con Amalia Granata.
Luciana Salazar viajó a Miami para celebrar su cumpleaños luego de la tormentosa ruptura con Martín Redrado y la nueva relación pública del economista con Amalia Granata.
Salazar quiso pasar unos días buscando paz, pero lejos de eso, su cumpleaños fue una gran fiesta en un popular boliche de South Beach.
Pero la rubia no estuvo sola sino que la acompañó Pablo Pérez Companc, hijo del poderoso y multimillonario empresario Gregorio Pérez Companc.
Luciana ya había dado pistas de su relación con Pérez Companc a través de un tuit en el que puso las iniciales de un misterioso amante pero luego lo desmintió.
Lo cierto es que la rubia lo eligió para pasar una noche lujuriosa con él, que incluyó apasionados besos en público y 30 mil dólares en champagne.