Después de la publicación del Informe sobre la Labor del Gobierno de China 2020, que describió las principales metas de desarrollo para el año, la atención se centró en la decisión del Gobierno de renunciar a un objetivo de crecimiento.

Según el informe emitido el 22 de mayo por el primer ministro Li Keqiang en la apertura de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional de China, el máximo órgano legislativo del país, no se establecerá un objetivo concreto debido a la incertidumbre originada por la pandemia del coronavirus y el entorno económico y comercial mundial.

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La sesión anual del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el máximo órgano asesor político de la nación, comenzó el 21 de mayo. Las dos sesiones generalmente se celebran en marzo, pero este año se pospusieron dos meses debido a la pandemia, con una agenda concisa.

El presidente Xi Jinping señaló que abandonar el objetivo de crecimiento este año es una opción realista ante la incertidumbre, mientras que focalizarse en garantizar la seguridad en seis áreas, incluyendo el empleo y las condiciones de vida básicas del pueblo, se condice con la búsqueda de China de una nueva filosofía de desarrollo y una mejor vida para su gente. Xi realizó estas declaraciones en un panel de deliberación de los diputados de la delegación de la región autónoma de Mongolia Interior el 22 de mayo.

La caída en el crecimiento del PBI se minimizará a medida que el país se concentre en garantizar la estabilidad en los “seis frentes” y la seguridad en las “seis áreas”, pero el énfasis no debería estar en resguardar una tasa específica de crecimiento del PBI, sostuvo Xi. Estos “seis frentes” y las “seis áreas” se refieren a las prioridades del Gobierno para el año, como proteger el empleo y las condiciones de vida básicas del pueblo, y las operaciones de las entidades de mercado entre otras cuestiones clave.

A pesar de que la pandemia del COVID-19 se ha controlado ampliamente en China, continúa expandiéndose en todo el mundo, intensificando la incertidumbre económica. Es probable que el Fondo Monetario Internacional revise “hacia abajo” su proyección anterior de una contracción del 3 % en el PBI mundial este año, que ya habría indicado la recesión más profunda desde la Gran Depresión en la década del 30, informó Reuters.

Liu Zhiqin, investigador principal del Instituto Chongyang para Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China en Beijing, señaló que en medio de la incertidumbre, la decisión del Gobierno de abandonar el objetivo de crecimiento del PBI dará a los planificadores más flexibilidad para responder a cualquier cambio rápido. Una serie de metas de desarrollo previstas en el Informe sobre la Labor del Gobierno reemplazan el objetivo del PBI para anclar las expectativas del mercado y ayudar a guiar más recursos hacia un desarrollo de alta calidad que enfatiza la mejora de los niveles de vida, sostuvo Liu.

Jon Taylor, presidente del departamento de ciencias políticas y geografía de la Universidad de Texas en San Antonio, afirmó que era prudente que el Gobierno chino hiciera eso, permitiéndole enfocarse más en el empleo y las condiciones de vida básicas del pueblo. “Descartar el objetivo de crecimiento permite un crecimiento económico más sostenible”, señaló. Una medida así, sostuvo Taylor, también subraya el énfasis en un enfoque centrado en la gente respecto a las prioridades del alivio de la pobreza previstas por el presidente Xi.

Yang Xiaohua, profesor de comercio internacional de la Universidad de San Francisco, señaló que el informe aporta una visión equilibrada de China después de la pandemia; es un informe “sin maquillaje, realista y tranquilizador para el pueblo chino y una buena guía de referencia para otros países también”. El informe evalúa de forma realista la gravedad del impacto del COVID-19 en la economía y la sociedad de China, sostuvo Yang, que también preside el programa de Iniciativa de Estudios Empresariales de China de la universidad. “Aprecio el hecho de que el Gobierno priorice la vida de las personas por sobre todo lo demás”.

Según el informe, el Gobierno perseguirá objetivos relacionados con ocho aspectos principales del desarrollo económico y social, como el empleo, los niveles de precios, el comercio exterior, los ingresos personales, la eliminación de la pobreza y la prevención de riesgos financieros, correspondiendo a los requisitos para garantizar la seguridad en las seis áreas. “Este año, tenemos que priorizar la estabilización del empleo y la garantización de las condiciones de vida del pueblo, así como ganar decididamente la batalla de asalto de plazas fuertes en la liberación de la pobreza, empeñándonos por cumplir los objetivos y las tareas planteados para culminar la construcción integral de una sociedad moderadamente acomodada”, dice el informe.

Christopher Bovis, profesor de derecho comercial internacional en la Universidad de Hull, en el norte de Inglaterra, señaló que el informe sobre la labor mostró que el desarrollo económico es la estrategia subyacente para construir una sociedad próspera y eliminar la pobreza. China ha impulsado el progreso económico global mediante la aplicación de un liderazgo político y económico receptivo hacia el desarrollo sostenible, señaló. “La clave de esta solución es un sistema regulatorio mundial que podría lograr un equilibrio significativo y factible entre el libre comercio y las preocupaciones nacionales, especialmente la eliminación de la pobreza, aumentar el nivel de vida y combatir los efectos de la pandemia”.

Vladimir Nezhdanov, investigador de política mundial e historia moderna en la Universidad de Tyumen, Rusia, sostuvo que el informe aporta al mundo una señal positiva sobre China posterior a la crisis por la pandemia: “Por un lado, China está tratando de recuperar su economía estimulando el consumo y la inversión a la vez que impulsa la construcción de infraestructura. Por otro lado, trata de alcanzar su meta de erradicar la pobreza”.

Los funcionarios sostuvieron que abandonar el objetivo de crecimiento del PBI no significa que el Gobierno permitirá que la economía se salga del margen adecuado. La búsqueda de empleo estable, la eliminación de la pobreza y la prevención de riesgos financieros implican el apoyo del crecimiento económico, señaló Sun Guojun, funcionario de la Oficina de Investigación del Consejo de Estado, que ayudó en la redacción del Informe sobre la Labor del Gobierno. Con el apoyo fiscal para garantizar el empleo y la vida de la gente, y las políticas financieras para proteger el desarrollo de las entidades del mercado, la economía se estabilizará y recuperará gradualmente, agregó.

Los analistas estiman que el paquete de estímulo fiscal de China será en total más del 8 % del PBI este año, mientras que la política monetaria brindará un apoyo crediticio mayor que el esperado a las empresas. Los ajustes macroeconómicos acelerados ayudarán a China a alcanzar un crecimiento anual del PBI de aproximadamente el 3 %, y se espera que el crecimiento anual supere el 6 % en la segunda mitad, sostuvo Liu de la Universidad Renmin de China.

Zhao Huanxin, Chang Jun, Wang Mingjie, Ren Qi, Wang Xu y Liu Xuan colaboraron con esta nota.

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