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A los 44 años, Carolina Sánchez sigue brillando en el básquetbol de Italia

La experimentada Carolina Sánchez, con 44 años, es capitana de La Molisana Magnolia Campobasso, que ascendió a la A1 del básquetbol de Italia

Por UNO

A sus 44 años, la mendocina Carolina Sánchez está jugando su segunda temporada y es la capitana de La Molisana Magnolia Campobasso, en Italia. Con una trayectoria de 30 años en el básquetbol profesional, alternando ligas europeas y sudamericanas, prácticamente juega durante casi todo el año.

El básquetbol es la pasión de Érica Carolina Sánchez, quien a partir de los 14 años comenzó a desplegar su juego en distintos países, además de formar parte durante 19 años de la Selección Argentina y en muchas oportunidades también defender la camiseta borravino del seleccionado mendocino en campeonatos argentinos y torneos internacionales.

Carolina Sánchez, ala pivot de 1,80m. de altura, comentó que “llevo 30 años dando vueltas y actualmente me encuentro en la primera categoría de Italia que es la A1. El año pasado cuando estábamos en la A2 quedamos primeras y debido a todo el tema de la pandemia por Covid-19 nos permitieron el ascenso a la A1. Volver al nivel más alto del básquetbol femenino italiano a esta edad, la verdad que para mi es una alegría enorme”.

Respecto a su extensa trayectoria profesional, explicó: “Cuando terminaba de competir en Europa en abril o mayo, regresaba a la Argentina, cuando algunas ligas de Sudamérica recién comenzaban a fines de abril, enganchaba como refuerzo y seguía jugando unos tres o cuatro meses”.

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Carolina Sánchez brilla en el básquetbol de Italia con 44 años.

Carolina Sánchez brilla en el básquetbol de Italia con 44 años.

Recordó que “cuando jugué para Las Heras Basquet en 2018, obviamente no estaba en Europa, había dejado de jugar y se dio la posibilidad de sumarme al equipo, por lo que decidí quedarme en Mendoza, pensando que el equipo iba a durar bastante tiempo jugando en la liga, pero duró sólo un año”.

“Durante mis 30 años en el básquetbol –agregó-, jugaba en Europa de setiembre a abril o mayo. Cuando terminaba, volvía al país, o bien a Ecuador o Chile y jugaba. También Las Heras y la Liga Nacional de Argentina se formaron en ese período, porque eran cuando terminaban las chicas en Europa y arrancaban como refuerzos en abril o mayo. Yo estuve 10 años en España, en Italia también habrán sido otros 10 años, y además en Portugal y Arabia Saudita”.

Al respecto dijo que “yo jugaba desde abril hasta julio o principios de agosto en Argentina, contando los torneos con la selección. Cuando terminaba acá, regresaba a Europa, por lo que casi no tenía descanso. Así hacen también muchas jugadoras, que terminan de jugar en un lugar y se vuelven a sus países para reforzar equipos en la Liga Nacional. A los 14 años fue mi primera prueba en Italia y a partir de allí casi no he parado. Por ahí he tenido un parate de algunos meses o medio año, pero volví a arrancar en España o Italia, o en algún otro lugar de Europa. Llevó 30 años de carrera casi sin parar. Si paré por unos 10 meses fue por una lesión en mi rodilla, pero después volví a arrancar”.

Su actualidad en Italia

Carolina Sánchez manifestó que Campobasso “se encuentra al sur de Italia, como a una hora y media de Nápoles y a tres de Roma. Es un pueblo muy chico, pero la verdad que nunca esperé que recibieran así al básquetbol femenino, tenemos una gran hinchada. Este año, cuando nos permitieron el ascenso a la A1, se propusieron hacer un estadio mucho más grande para poder albergar una gran cantidad de público y esperan para este año, cuando se acomode un poco el tema del coronavirus, poder llegar a 1.500 personas por partido. Obviamente, existen algunos protocolos que no permiten tener tanta gente en los estadios, sólo unas 200 o 300 personas y nada más, con distanciamiento, pero estoy muy contenta de estar en el alto nivel y jugar en la categoría superior en Italia”.

In forma con Magnolia: Carolina Sanchez e Federica Del Bosco

Reconoció que “haber sido elegida como capitana del equipo acá en Italia ha sido un orgullo para mi. El objetivo a corto plazo, es terminar de la mejor manera en lo que quizás sea mi última temporada. Pensando en mi futuro a largo plazo, ya estoy dirigiendo categorías inferiores, me estoy preparando para dirigir en altos niveles, con el objetivo de poder llegar a dirigir categorías superiores, obviamente siempre trabajando y proyectándome, como lo hice como jugadora, espero llegar lo mas lejos que se pueda y seguir viviendo de lo que más me gusta que es el básquetbol”.

Con respecto a la pandemia, comentó que “justo me agarró en marzo, cuando estábamos casi a final de la temporada para jugar la Copa Italia y comenzar los playoffs. La verdad es que fue durísimo porque veníamos muy bien en el campeonato y a fines de febrero, principios de marzo, fue cuando entramos en cuarentena. Estuve dos meses encerrada hasta los primeros días de mayo. Cuando comenzaron a habilitar todo en Italia, por intermedio de la Embajada Argentina, volví a Mendoza”.

En ese sentido, manifestó que “justamente Argentina comenzaba con el tema de la cuarentena y llegamos con el protocolo que tenía Mendoza, que consistía en que cada habitante que llegaba del exterior tenía que hacer la cuarentena en hoteles. Me tocó hacer otra cuarentena más, luego tuve la oportunidad de trabajar individualmente en un gimnasio, donde me permitieron entrenar. Cuando comenzaron a habilitar los clubes, comencé a realizar mi rutina de entrenamientos individuales en cancha, más el gimnasio. Traté de no parar nunca y cuando me tocó volver a Italia, fue cuando volvieron a cerrar todo y en Mendoza se complicó. Llegué a Italia y ya arrancamos con el equipo una pretemporada normal como habíamos hecho el año pasado, con muchos protocolos para no contagiar a nadie”.

Basket A2, intervista Carolina Sanchez

Más adelante, la mendocina comentó que “comenzó la pretemporada con muchos achaques, porque obviamente después de 7 meses sin tocar una pelota, entrar en ritmo fue bastante duro. En este momento ya arrancamos el campeonato y hemos tenido muchas lesiones lamentablemente, pero es un poco el riesgo que de estar tanto tiempo paradas”.

“Ahora hemos vuelto a la rutina normal –agregó- dependiendo los días que se juegan, si jugamos los domingo tenemos libre el lunes. Arrancamos el martes por la tarde y durante el campeonato, se va regulando mucho el entrenamiento, pero se entrena casi doble turno de martes a viernes entre gimnasios y cancha, unas tres horas en la mañana y otras tantas por la tarde, es una carga muy importante que nos está llevando a entrar en ritmo y comenzar un campeonato que será bastante duro”.

Diferencias entre el básquetbol italiano y argentino

Al hacer una comparación entre el básquetbol femenino en Italia y Argentina, Carolina explicó que “llevo 30 años jugando en Europa y obviamente la diferencia es en lo organizativo. No logramos tener en Argentina una liga regular como juegan los varones. Toda la vida tratamos que eso se lograra para que no todas las jugadoras se tuvieran que ir del país para poder jugar en un alto nivel. Es lo que tratamos de lograr en Argentina, pero nunca tuvo continuidad. Creo que esa es la diferencia, el profesionalismo que tiene, donde vos podes vivir del deporte, hay jugadoras que ganan muy bien y pueden vivir del básquetbol. No podemos hacer diferencia como los varones, pero si poder vivir del deporte”.

También dijo que “en cuanto a infraestructura ni hablar, hay estadios muy bien preparados, no te morís de frio en invierno. Obviamente el tema organizativo, la cantidad de campeonatos y categorías”.

Al referirse a sus objetivos personales fuera del basquetbol, Carolina aseguró que “uno siempre tiene en mente poder formar su familia, haber tenido mis hijos, que todavía no es tarde, pero el básquetbol fue lo que me llevó a decidir mi vida. Estoy aprovechando hasta el último momento, sacrificando muchas cosas también de mi vida personal como formar una familia, tener una pareja y también hijos. Uno creo que tiene que hacer una elección de vida y en mi caso creo que fue vivir del básquetbol”.

Sus inicios en el básquetbol

"Comencé a jugar en el club San José desde muy chica, a los 7 años, gracias a mi hermano. Incluso empecé con los varones. Estuve un tempo con ellos hasta que me trasladaron a YPF, que fue mi club de crecimiento en el básquetbol femenino. Desde los 8 hasta los 14 años estuve allí, participando además en los seleccionados mendocinos. A los 14 estuve en una preselección Argentina, pero me salió una propuesta para una prueba en Italia y decidí ir a jugar a Europa. Cuando terminaba volvía para la Selección o me iba a algún equipo que comenzaba la Liga Nacional o a algún equipo de Sudamérica. En 1989 decidí venirme a jugar a Italia y comenzar mi carrera profesional en este país pero en cada momento que terminaba la temporada en Europa, regresaba a Argentina y he pasado por Murialdo, Obras, equipos de Buenos Aires como Berazategui, Florida, Central Entrerriano, muchos años en Vélez. También estuve mucho tiempo jugando en Ecuador, Chile y Uruguay”.

Carolina Sanchez trajo el basquet a Buen Día Argentina

“Para todo deportista, la Selección es un orgullo”

"Oara todo deportista la Selección Argentina es un orgullo, es lo que todos quieren lograr, no importa el dinero sino los colores de tu país. Yo comencé en 1995 con la Selección, estando 10 años como capitana y fue increíble. Estuve en tres mundiales, en 2002 en China, 2006 Brasil y 2010 en República Checa. Dos Preolímpicos para clasificar a los Juegos de Londres y Pekín, que no se logró. La verdad es que fueron momentos increíbles con el seleccionado, fueron muchos logros y muchos momentos duros los que pasamos. Un entrenador que me marcó y me dio toda la confianza fue Eduardo Pinto, entrenador del Seleccionado Femenino de Argentina por 20 años. También cada entrenador que tuve me dejó una enseñanza y un aprendizaje, no sólo en lo deportivo sino además en lo personal, por lo que tengo que agradecer a cada uno de los que pasó por mi vida ya que fueron grandes referentes”.

Finalmente, Carolina Sánchez comentó que “en cada club donde voy a veces me toca vivir sola pero este año estoy viviendo con una compañera italiana y otra americana. Tratamos siempre de estar en sintonía para llevarnos bien y compartir todo un año juntas. Después, al final de la temporada, viene de visita mi mamá, en algunos lugares también mis hermanos, en su momento cuando mi papá aún estaba conmigo también vino a visitarme. Uno trata de vivir o más tranquila posible y busca a las personas con quien mejor se lleva”.

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