Cuando se llamaba Tselinograd, la actual Astaná era conocida como un destino de los más lúgubres de la Unión Soviética.
En medio de las estepas de Asia Central había allí varios campos de concentración. Cuando Kazajistán se convirtió en un estado independiente, en 1991, el presidente de por vida Nazabayev decidió transferir la capital desde Almaty a Astana. Con ingresos faraónicos provenientes de la venta de petróleo y gas, la ciudad fue construida de la manera más monumental posible.
Google Earth Engine combina un catálogo de imágenes satelitales y un conjunto de datos geoespaciales a escala planetaria y lo pone a disposición de científicos, investigadores y desarrolladores para detectar cambios, trazar tendencias y cuantificar diferencias en la superficie de la Tierra.
Fuentes: Wikipedia, La Nación y Google Earth Engine