Los médicos no sabían qué hacer para ayudar a Charlotte Figi, de Colorado, cuando tenía 5 años: sufría 300 convulsiones por semana, hasta que su madre la hizo consumir aceite con una infusión de esa yerba alucinógena. Ya no sufre de las mismas.  <

Usan la marihuana contra las convulsiones

Por UNO

Los médicos no sabían qué hacer para ayudar a Charlotte Figi, de 5 años. La niña, que padecía de un inusual trastorno genético, experimentaba hasta 300 convulsiones por semana, usaba silla de ruedas, caía en paro cardíaco y apenas podía hablar. Como último recurso, su madre empezó a llamar a comercios de venta de marihuana para usos médicos.

Dos años después, Charlotte prácticamente no padece de convulsiones y puede caminar, hablar y alimentarse a sí misma después de consumir aceite con una infusión de marihuana. Su restablecimiento ha inspirado un nombre para la cepa de marihuana que consume y que se somete a un proceso para que los consumidores no se embriaguen: Charlotte’s Web, el nombre de un popular cuento para niños. También ha atraído a Colorado a familias con hijos que sufren convulsiones y que viven en estados donde se prohíbe la droga.

“Ella puede hablar, caminar; comió chile en el automóvil”, dijo su madre, Paige Figi, mientras la niña caminaba dentro de un enorme vivero con plantas de marihuana que más adelante son descompuestas en sus componentes anticonvulsivos que se mezclan con aceite de oliva para permitir su consumo. “Por eso lucharé por quien quiera esto”.

Los médicos advierten que no hay pruebas de que Charlotte’s Web sea efectiva ni tampoco segura. En el frenesí por conseguir la droga, ha habido denuncias de que abastecedores no autorizados ofrecieron cepas falsas de la droga. En un caso, reveló un médico, se les dijo a los padres que podían reproducir la droga cocinando marihuana con mantequilla. Su pequeño sufrió intensas convulsiones.

“No tenemos ninguna publicación seria que la respalde”, afirmó el doctor Larry Wolk, director médico del departamento de salud, sobre Charlotte’s Web. De todos modos, más de cien familias se han mudado desde que se conoció la historia de Charlotte a mediados del 2013.

“Es la mayor esperanza que muchos de nosotros hemos tenido jamás”, explicó Holli Brown, cuya hija de 9 años, Sydni, empezó a formar oraciones y a reír desde que llegó de Kansas City a Colorado y empezó a consumir la cepa de marihuana.

El negocio del cannabis medicinalDentro de una antigua chocolatería, en medio del campo y a una hora de Ottawa, Chuck Rifici cultiva cannabis. Proveedor autorizado por el gobierno, tiene grandes ambiciones.

Su pequeña empresa, Tweed Inc, se beneficia de una nueva ley que a partir del 1 de abril les prohibirá a los particulares tener plantas para atender sus tratamientos médicos y promoverá la producción a gran escala en invernaderos.

Tweed es una de las seis empresas que obtuvo un concesión del gobierno y pronto será la primera del sector en cotizar en bolsa.

Los primeros clientes ya hicieron sus pedidos de la futura producción, que comenzará a ser vendida a entre 4 y 12 dólares el gramo.

Con una zafra inicial de entre 50 y 100kg cada dos meses, Tweed Inc. tiene previsto alcanzar rápidamente su cuota de 15 toneladas al año.

Mientras tanto, y con la pintura de las paredes recién seca, la abundante agua que se necesita para el cultivo hidropónico se almacena en tanques que hasta hace apenas unos meses contenían azúcar para la elaboración de chocolate.

Una vez cortado y secado, el cannabis será cuidadosamente guardado en un cofre antes de su envío como encomienda y distribuido por empresas de mensajería. Es que el valor del contenido de ese cofre podría ascender a 150 millones de dólares.

Fuente: AP.

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Salud. Charlotte recibe caricias de su padre en el invernadero donde cultivan la marihuana.
Salud. Charlotte recibe caricias de su padre en el invernadero donde cultivan la marihuana.
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