“Escribí la historia y la editorial Espejo de Mundos se encargó de sumar a las otras personas del proyecto. Es un texto cortito, sencillo, para hacerlo con las técnicas del teatro de sombras. Después también escribí –junto con Tania Casciani– una suerte de pequeñas narraciones, todas diferentes, en las que los chicos pueden usar las mismas siluetas que utilizan para contar la historia principal, para ir desentrañando los secretos del teatro de sombras”, cuenta Mau.Y agrega: “En una de las historias el perro se vuelve gigante, entonces técnicamente se les explica a los chicos que si uno acerca la silueta a la fuente de luz, la misma crece, entonces cada una de estas historias adicionales sirve para desentrañar alguno de estos trucos”. Es decir que el niño va incorporando estas nociones de la mejor manera: jugando, donde además tiene la posibilidad de modificar las historias a su gusto.
Información y experimentación Tania Casciani comenta que el libro contiene, además de las narraciones, “un prólogo escrito por Longo, que es quien ha tomado la posta del teatro de sombras en Mendoza; una pequeña reseña de la historia del teatro de sombras y una explicación muy básica de cómo se hace. Una tercera parte explica las técnicas para que los niños vayan experimentando”.¿Y para qué edades está recomendado este libro-teatro? Tania afirma que es para “niños que ya saben leer, que ya están alfabetizados, pero si juegan con sus papás o hermanos mayores, los más chiquitos también se pueden sumar”.Si bien lo puede jugar un niño solo, los creadores de Crónicas perrunas sugieren –y desean– que este sea un objeto que les sirva para interactuar con amigos o la familia. Si juegan con sus amigos, sus voces les darán determinados matices y caracteres a los personajes, que resultarían muy diferentes si los que aportan las voces son los papás, por ejemplo.En ese sentido, “también es un buen material para el aula. Nosotros aportamos la base y después los chicos se dan cuenta, por ejemplo, que pueden con una sábana hacer una pantalla gigante y usar una lámpara en lugar de una linterna. Hay muchas variables, pero el principio siempre es el mismo: una pantalla, una silueta y una fuente de luz”, resume Tania.
Hermanos teatrales Después del auspicioso debut de Crónicas perrunas, puede que otros cajas-libros se vayan sumando: “Tenemos pensado el segundo tomo, pero todavía no está ni en preproducción”, cuenta Tania. “Somos parte de Enclenque, un elenco de teatro de títeres que también estuvo en la coproducción de este libro. Hace dos semanas estrenamos el espectáculo La biblioteca de Alejandrita, que habla también de los niños y el placer por la lectura. El lanzamiento del libro lo hicimos en el estreno de la obra, así es que probablemente el año que viene haremos algún otro evento entre La biblioteca de Alejandrita y Crónicas perrunas. Son proyectos hermanos”, concluye la actriz Tania Casciani.
Un éxito Además de Mau Funes y Tania Casciani, en este proyecto trabajaron Andrés Guerci (arte de tapa, dibujos y diseño de personajes)en el diseño interior, Paula Casciani y Matías Palacín.A pedido. La primera edición de Crónicas perrunas se agotó para Navidad, pero para Reyes se reciben consultas en la fan page de Facebook y en el mail
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