acuerdo inconsulto con el peronismo para las elecciones de 2007 es una muestra clara. Elradicalismo es inflexible en su carta orgánica con ese respecto por más que haya indultado alCleto. La actitud la hubiera reprobado por unanimidad un hipotético tribunal de ética conformadopor Hipólito Yrigoyen, Arturo Illia y Raúl Alfonsín. Estar cumpliendo funciones de Presidente de laNación cuando se votó la semana pasada lo eximió de hacer algo muy poco radical: no extender underecho. El radicalismo, por caso, es miembro de la Internacional Socialista. Algunos senadores nacionales en sus últimos discursos publicitados no demostraron muchoadoctrinamiento radical. Sus intervenciones fueron de dudosa procedencia ideológica y eso losmáximos popes del partido lo saben. Hay que decir que los que parecieron más consustanciados conlas enseñanzas radicales en sus discursos fueron los cinco del bloque (el 30%) que votaron a favordel matrimonio para todos y todas: Oscar Castillo, Gerardo Morales, Eugenio 'Nito' Artaza, AlfredoMartínez y Ernesto Sanz. En diputados los radicales estuvieron más parejos: un 45% votó a favor yel 55% en contra. Sanz, presidente actual del partido, considera muy importante al brazo universitario radical(la Franja Morada) y hacia allí apuntaría un poco su mirada. Lo universitario tiene mucho que vertambién con el radicalismo. La Reforma Universitaria de 1918 –durante el gobierno de Yrigoyen- fue un puntapié muyvalioso para el impulso de las casas de estudio superior en Latinoamérica por ese entonces. Losmejores dirigentes radicales de la historia tuvieron que ver más con las ciencias humanas ysociales que con las exactas (el caso de Cobos). Sanz, abogado de profesión, milita desde sujuventud en el partido, es del interior y sabe que los chicos movilizados pueden hacer mucho ruido.¿Podría pensarse en listas radicales con fuerte presencia de jóvenes en todos los distritos delpaís para 2011? Al presidente del partido lo entusiasmaría mucho esa idea. La juventud radical se movilizó apoyando el matrimonio para todos y el hombre más joven quetiene el partido en el Senado, Ramón Mestre (38) votó en contra. Es paradójico y tiene que ver conel proceso de cambios que han experimentado los partidos políticos en la Argentina. Es una paradojaporque ese centenario partido nació como una agrupación revolucionaria, tiene banderas fuertementeligadas a la social democracia y consustanciadas con los derechos del hombre y la mujer. La UCR esun partido por definición laico, o sea, sin ataduras con la estructura religiosa de ningunacreencia. Quizá haya comenzado en el radicalismo un proceso de volver a las fuentes en las cuestionesesenciales como el discurso y sus protagonistas para ir recuperando dirigentes afilados intelectualy retóricamente y doctrinariamente sólidos que pueda de a poco reemplazar algunos dirigentes quetienen poder, emergieron producto de la crisis casi terminal del radicalismo y no representan alpartido desde lo discursivo.