A continuación, seis recetas blanqueantes que fácilmente se pueden elaborar en el hogar:
Máscara de limón: según Sandra Mazzeo, el limón es una magnífica fuente de vitamina C, pero además es un potente blanqueador de la piel. "Si mezclas un yogurt natural con unas gotas de limón, tendrás una máscara inhibidora del melanocito, la célula pigmentaria de la piel que produce la mancha", sostiene.
Crema de huevo: "El huevo contiene arbitina, un blanqueante natural, por lo que si mezclas una clara, una cucharada de leche en polvo y media cucharadita de fécula de maíz o de papa, obtendrás una muy buena crema antimanchas", dice la especialista.
Tratamiento de almendras: la dermocosmiatra explica que este fruto tiene grandes dosis de vitamina A ácida y que, al igual que el arroz y la nuez, produce ácido kójico, el cual es un blanqueante natural. "Si mezclas una cucharadita de yogurt ácido y aceite de almendras o pulpa de almendras machacada, crearás un magnífico tratamiento para combatir las manchas", afirma.
Pasta de leche: según Sandra Mazzeo, con esta combinación se logra emparejar el tono de la piel. "Mezcla una cucharadita de leche en polvo con unas gotitas de limón, hasta lograr una pasta. Luego aplícala sobre la piel y déjala actuar unos 20 minutos", explica.
Pasta de leche de soya: si quieres un resultado aún más blanqueante, la especialista señala que la mezcla anterior se puede elaborar con gotas de jugo que contenga leche de soya, la cual tiene la propiedad de regenerar la piel.
Máscara de pepino: esta receta es fácil e ideal para pieles grasas: sólo hay que mezclar el pepino con fécula de papa o maicena. Para pieles sensibles o con rosácea, la dermocosmiatra recomienda una mezcla de manzana rayada con leche.
Dieta nutricosmética
Otra alternativa para atenuar y, también, evitar la aparición de manchas como consecuencia de la excesiva exposición al sol, es cuidar la piel desde el interior a través del consumo de los denominados nutricosméticos, los cuales refuerzan los sistemas de defensa antioxidante de la piel. Éstos pueden ser consumidos en forma natural a través de una alimentación adecuada, como la que propone Sandra Ferré, bioquímica especialista en nutrición y antienvejecimiento, con su dieta nutricosmética:
- 1/3 de la alimentación diaria debe ser cruda, dando preferencia a los vegetales como el pepino, los espárragos, la espinaca, el apio, los berros, la rúcula, los rábanos, los brotes de alfalfa y el brócoli, de preferencia cocidos al vapor.
- Incluir especialmente frutas como el melón y las berries (arándanos, moras y frambuesas). También el tomate y la palta.
- Consumir salmón una vez por semana.
- Beber de 6 a 8 vasos de agua pura al día.
- Consumir grasas saludables presentes en pescados de agua fría, semillas como la chía y linaza, frutos secos como nueces y almendras, y el aceite de oliva.
- Evitar los azúcares, frituras, comida chatarra y alimentos procesados.
- Cenar ligero para tener un sueño reparador, fundamental para la salud de la piel.
Fuente: elpais.com.uy