Aparte de experimentos "domésticos", el BIOS se encarga de estudiar y proteger la salud de los océanos, prestándole especial atención a los arrecifes y a los posibles efectos del calentamiento global.
A pesar de su aspecto sencillo, los huevos de gallina son una "obra de ingeniería" que le permite a los embriones crecer en un medio seco, frío y hostil, como es el exterior, bajo la supervisión de la madre. La cáscara les protege de agresiones físicas, pero al mismo tiempo permite que el oxígeno las atraviese. Dos láminas también tienen función protectora, alantoides y amnios, y una reserva líquida de nutrientes alimenta a la yema y la permite flotar y amortiguar los movimientos.
Fuentes: abc.es y BIOS.