Policías: Criticaron el exceso de trabajo

SANTA ROSA – “Estoy muerto. No doy más. Estoy saliendo para allá”, decía el mensaje de texto que a las 13.10 del lunes le envió el oficial de la Policía de Mendoza Cristian Darío Enrique (28) a su esposa María del Valle Figueroa. Había estado de guardia en la Comisaría 17 de Lavalle desde las 8 de la mañana del día anterior, es decir 29 horas corridas. Ella y la hija de ambos, de 2 años y medio, lo esperaban en la casa familiar de la villa cabecera de Santa Rosa. El reencuentro nunca se produjo. Enrique se quedó dormido mientras manejaba su Ford Falcon y se estrelló contra un camión mientras circulaba por el carril Chimbas, a la altura de Tres Porteñas. Ahora sus camaradas y su familia aseguran que el accidente se produjo debido al sobrecargo de horas que deben cumplir los uniformados y a la necesidad de efectuar servicios adicionales para engrosar sus magros salarios.“Había estado 29 horas de guardia y esa misma tarde tenía que volver a salir para hacer un adicional. Estaba muy cansado, pero esto es común en la vida de cualquier policía de este provincia”, dijo ayer ente lágrimas un camarada del fallecido durante el velatario del uniformado.“Vivía recargado. Hasta agosto del año pasado alquilaba una casa y trabajaba en una comisaría de Las Heras pero, como la plata no le alcanzaba, tuvo que volver a vivir con nosotros acá, en Santa Rosa, y lo trasladaron a la comisaría de Lavalle”, contó ayer Silvia Marchetti, la madre de Enrique.El lunes, cuando agonizaba en el Hospital Perrupato, se presentó el jefe de la distrital Este, el comisario general Mario Flores, para interiorizarse de la situación. Héctor Enrique, padre de la víctima y cabo de la Policía de Mendoza, no pudo contener su dolor y enojo y obligó a Flores a retirarse. “Mi marido estaba muy indignado. Es que el régimen de trabajo de todos los policías los ponen en riesgo de que suceda algo como lo que le ocurrió a mi hijo”, sostuvo Silvia.El comisario Flores fue el principal blanco de las críticas. Sus subordinados aseguran que no se cumple con un memorando enviado el año pasado donde se dispone pagar hasta 11 cupos a cada uniformado que sea sobrecargado en sus horarios.