Pero él y sus colegas consideran que esto no sucede así, sino que si un ecosistema de arrecife perdiera una especie que lleva a cabo un papel "especialista", el impacto podría ser profundo. "Podríamos perder fácilmente un tipo de pez que no tiene sustituto ni reemplazo --afirma el profesor Bellwood--. Desafortunadamente, nos hemos vuelto complacientes, hemos asumido que la biodiversidad proporcionará algo de tiempo y algún tipo de seguro, pero eso no necesariamente es así".
El pez loro"No se trata de un número de especies -añade el profesor David Mouillot--. La biodiversidad es importante y deseable en un ecosistema, pero no es necesariamente la clave para que esté a salvo y seguro". Bellwood pone como ejemplo el pez loro, explicando que entre miles de especies de peces de arrecife, en la Gran Barrera de Coral sólo una especie de pez loro realiza regularmente la tarea de raspado y limpieza de los arrecifes de coral cerca de la costa.
"Este pez loro es una especie particularmente valiosa", dice, comparando este resultado con una gran ciudad con muchos habitantes pero con un sólo médico. "Para proteger los ecosistemas, tenemos que garantizar que se mantengan los puestos de trabajo específicos -pone como ejemplo Bellwood--. Y eso significa que debemos proteger a los peces que los hacen".