Entre otros resultados, el informe mostró que los lácteos aportan en la dieta habitual de los argentinos el 68% del calcio total, y que de los 634 mg diarios que se ingieren, 410 provienen de los productos lácticos y 224, de otros alimentos, tales como frutas secas, pescados con espinas (anchoas, por ejemplo) o el brócoli.
Esteban Carnuega, Director del CESNI, dijo que "El trabajo indica que dos de cada tres adultos no consumen las dos porciones de lácteos recomendadas por las guías alimentarias de nuestro país, y nueve de cada 10 adolescentes y siete de cada 10 escolares no alcanzan a consumir las tres porciones aconsejadas. Así, tres de cada cuatro escolares y nueve de cada 10 adolescentes y adultos no cubren el consumo recomendado de calcio."
No autoengañarse
Cabe destacar que el profesional expresó en una entrevista concedida a un medio radial porteño,que un segundo estudio realizado también por dicho ente, se llevó a cabo-luego del ya referido-,y que puso en evidencia la ignorancia que impera en parte de la población en lo que hace a qué se entiende por consumo de leche. En este sentido, Carnuega sostuvo que la mitad de las personas que fueron objeto de esta segunda investigación asumió que “un chorrito de leche al café” equivalía a ingerir un vaso de leche, de yhogurt o un cuadradito de queso”. Cabe destacar que son estas las proporciones de calcio que han de consumirse cada día, para que verdaderamente puedan apreciarse los efectos de aquel elemento químico.
El profesional destacó también que lo conveniente para llevar a cabo una dieta de lácteos balanceada y equilibrada consiste en un desayuno en el que se consuma leche, una merienda que cuente con yhogurt, y una cena que contemple la ingesta de un trozo de queso.
Los beneficios de consumir calcio durante la infancia
Otro de los puntos en los que hizo foco Carnuega fue el vinculado a las primeras etapas de la vida. Es así que expresó: “ a partir de los 4 o 5 años se recomienda que los chicos consuman 3 raciones de Calcio por día- que equivale a un vaso de yhogur, de leche o un cuadradito de queso-”.Esto “contribuye a la prevención de roturas de huesos y osteoporosis temprana”, puntualizó.
Tan importante es la ingesta de lácteos en la infancia que si en esa etapa “ los depósitos de calcio fueron altos, la descalcificación en la tercera edad llega muy tarde, incluyendo la osteoporosis”, agregó.
También destacó que el consumo de lácteos en el desayuno permite “prevenir la obesidad, aumenta el desempeño físico y mejora la capacidad de aprendizaje”