El gobierno de Estados Unidos ha extendido rápidamente la capacidad ofensiva estadounidenseen la isla africana de Diego García, reclamada por Gran Bretaña, que había expulsado a la poblaciónpara que Estados Unidos pudiera construir una enorme base para atacar a Medio Oriente y AsiaCentral. La Armada de Estados Unidos informa del envío de un barco de aprovisionamiento de submarinosa la isla para dar servicio a submarinos nucleares armados con misiles Tomahawk, que pueden portarojivas nucleares. Según un manifiesto de carga de la Armada estadounidense obtenido por el Sunday Herald(Glasgow), la entrega de equipo militar a Diego García incluye 387 "destructores de búnkers" parahacer volar estructuras subterráneas reforzadas."Se están preparando totalmente para la destrucción de Irán", dijo al Sunday Herald Dan Plesch, director del Centro para Estudios Internacionales y Diplomacia en la Universidad deLondres. "Los bombarderos estadounidenses y los misiles de largo alcance están listos ahora paradestruir 10.000 blancos en Irán en unas cuantas horas". La prensa árabe informa que una flotilla estadounidense (con una embarcación israelí) acabade pasar a través del Canal de Suez en camino al Golfo Pérsico, donde su tarea es "poner enpráctica las sanciones contra Irán y supervisar los barcos que van y vienen de Irán". Medios británicos e israelíes informan que Arabia Saudí está ofreciendo un corredor para elbombardeo israelí contra Irán (lo cual niega Arabia Saudí). A su regreso de Afganistán para tranquilizar a los aliados de la OTAN tras el cambio de mandodespués de la renuncia del general Stanley A. McChrystal, el almirante Michael Mullen, presidentedel Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, visitó Israel para reunirse con el jefe del EstadoMayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Gabi Ashkenazi, continuando así un diálogo estratégicoanual. La reunión se enfocó "en la preparación de parte de Israel y Estados Unidos para laposibilidad de un Irán con capacidad nuclear", según Haaretz, que informa además que Mullenenfatizó: "Siempre trato de ver los desafíos desde la perspectiva israelí". Algunos analistas respetados describen la amenaza iraní en términos apocalípticos. AmitaiEtzioni advierte: "Estados Unidos tendrá que enfrentar a Irán o renunciar a Medio Oriente". Si elprograma nuclear de Irán sigue adelante, afirma, Turquía, Arabia Saudí y otros estados "se volveránhacia" la nueva "superpotencia" iraní. En una retórica menos febril, podría tomar forma una alianzaregional independiente de Estados Unidos. En Military Review, publicación del Ejército de EE.UU., Etzioni exhorta a un ataqueestadounidense que tenga como blanco no sólo las instalaciones nucleares de Irán, sino también susactivos militares no nucleares, incluida la infraestructura, lo que significa la sociedad civil. "Este tipo de acción militar es similar a las sanciones: causar 'dolor' para cambiar elcomportamiento, aunque por medios mucho más poderosos", escribe. Un análisis autorizado de la amenaza iraní es ofrecido por un informe del Departamento deDefensa de Estados Unidos presentado al Congreso en abril (en forma clasificada y no clasificada). El gasto militar de Irán es "relativamente bajo comparado con el resto de la región",sostiene el informe. La doctrina militar de Irán es estrictamente "defensiva ... diseñada parafrenar una invasión y forzar una solución diplomática a las hostilidades". Con respecto a la opciónnuclear, "el programa nuclear de Irán y su disposición a mantener abierta la posibilidad dedesarrollar armas nucleares (son) una parte central de su estrategia disuasiva". Para Washington, la capacidad disuasiva iraní es un ejercicio ilegítimo de soberanía queinterfiere con los planes globales estadounidenses. Específicamente, amenaza el controlestadounidense de los recursos energéticos de Medio Oriente. Pero la amenaza de Irán va más allá de la disuasión. Irán también está buscando ampliar suinfluencia en la región, lo cual es visto como "desestabilizador", presumiblemente en comparacióncon las "estabilizadoras" invasión y ocupación militar estadounidenses de los vecinos de Irán. Más allá de estos delitos, continúa el estudio, Irán también está apoyando el terrorismo alrespaldar a Hezbolá y Hamas, las principales fuerzas políticas en Líbano y en Palestina (si cuentanlas elecciones). El modelo para la democracia en el mundo musulmán, pese a graves defectos, es Turquía, quetiene elecciones relativamente libres. El gobierno de Obama se enfureció cuando Turquía se unió a Brasil para concertar con Iránsobre la restricción de su enriquecimiento de uranio. Estados Unidos rápidamente socavó el acuerdoforzando una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU con nuevas sanciones contra Irán queeran tan poco significativas que China alegremente se unió –reconociendo que cuando mucho lassanciones impedirían que los intereses occidentales compitieran con China por los recursos de Irán–.No sorprendentemente, Turquía (junto con Brasil) votó contra la moción de sanciones deEstados Unidos en el Consejo de Seguridad. El otro miembro regional, Líbano, se abstuvo. Estas acciones despertaron consternación adicional en Washington. Philip Gordon, el máximodiplomático sobre asuntos europeos del gobierno de Obama, advirtió a Turquía que sus acciones noson comprendidas en Estados Unidos y que debe "demostrar su compromiso con la asociación conOccidente", informó la agencia noticiosa Associated Press, "...una rara reprimenda a un aliadocrucial de la OTAN''. La clase política también lo comprende. Steven A. Cook, experto del Consejo sobre RelacionesExteriores, observó que la cuestión crítica ahora es "¿Cómo mantenemos a los turcos encarrilados?",siguiendo órdenes como buenos demócratas. No hay indicios de que otros países en la región favorezcan las sanciones estadounidenses másque Turquía. Pakistán e Irán, reunidos en Turquía, firmaron recientemente un acuerdo para un nuevooleoducto. Lo más preocupante para Estados Unidos es que el oleoducto pudiera extenderse hastaIndia. El tratado de 2008 de Estados Unidos con India en apoyo de sus programas nucleares tenía comointención impedir que India se uniera al oleoducto, según Moeed Yusuf, un asesor sobre el surasiático del Instituto de la Paz de Estados Unidos, que expresa una interpretación común. India y Pakistán son dos de las tres potencias nucleares que se han negado a firmar elTratado de No Proliferación, y el tercero es Israel. Todos han desarrollado armas nucleares conapoyo estadounidense, y lo siguen haciendo.