El logro lo ha anunciado por al Laboratorio de Ingeniería y Desarrollo Natick Soldier Research, que ha tardado dos años en dar con la receta sin errores. Según informa la agencia AP, el problema de la pizza es que el agua de los ingredientes que forman la cobertura tiende, con el tiempo, a permear la masa, creando el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de bacterias y pudriendo completamente el alimento.
El primer paso de los científicos ha sido utilizar ingredientes hidratantes (presentes en muchas salsas y aditivos) que se adhieren a las moléculas de agua impidiendo que pasen a la masa. En segundo lugar, se ha modificado la acidez de los ingredientes para que las bacterias tengan más complicado establecerse. Según los investigadores, el sabor y textura de esta pizza son convincentes, y no muy diferentes de la pizza fresca con masa de pan que se calienta en el microondas.