Si tiene exceso de peso y ha superado los 50 años, vigile su glucemia porque entra en una edad peligrosa para desarrollar una diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad. Eso, salvo que esté bendecido con unos genes privilegiados. Una investigación internacional, liderada por el Instituto Broad de la Universidad de Harvard (EE.UU.), acaba de identificar mutaciones en un solo gen que pueden reducir el riesgo de desarrollar esta condición aunque se tengan factores de riesgo tan claros como la obesidad. Los detalles se dan a conocer en la revista «Nature Genetics».
Una investigación explica por qué algunas personas obesas nunca desarrollan una diabetes. El trabajo podría conseguir una forma de prevenir la enfermedad.