Genial que comas ensalada, pero si tu idea es comerla con salsa, “ensalada césar” o aderezos con mayonesa, la cosa no funciona. Probá con aderezos de limón, aceite de oliva medido, vinagre balsámico, sal y pimienta.
Te gustan las papas, pero fritas
No hay mucho que explicar, sumergir cualquier alimento en un charco de aceite, no es bueno. No creas que se queda solo en “la parte de afuera”, pues el alimento va a absorber todo. Come papas horneadas o hervidas.
Bañás todo en aceite de oliva
Si, el aceite de oliva es una grasa buena, pero acordate, es grasa. Por esto es más denso y tiene más calorías (un gramo de carbohidratos o de proteína tiene 4 calorías, ¡uno de grasa tiene 9!). Así que mantené en las porciones correctas y cuando lo uses para cocinar, sólo una gotita y esparcilo con una servilleta en la superficie.
Tu café tiene tantas calorías como una factura
Te encanta el café con leche. Muchas personas también. Pero si tu “cafecito” está hecho con leche entera azúcar, crema, un toquecito de chocolate, y vaya usted a saber, estás lista/o. Si vas a tomar café tenés que irte por lo más básico: con un poco de leche descremada, con edulcorante, una cucharadita (de té) de miel o lo que utilices para darle sabor.
Aunque suena lógico muchas veces pensamos que estamos comiendo “sano” y no vemos las calorías escondidas en los aderezos ni formas de preparación. Así que abrí más los ojos, y no te dejes engañar (o autoengañar).