LinkedIn le aconseja a sus integrantes que se abstengan de emplear esas muletillas del lenguaje en sus hojas de vida.
En su sitio, la red social explica que en vez de describirse como un profesional "motivado" es mejor explicar, con ejemplos, cómo se manifiesta esta motivación.Segundos para impresionar
Algunos insisten en que el uso de esas palabras puede ayudar ahora que algunas firmas emplean software para leer cientos de hojas de vida y detectar palabras "clave" que reflejen las cualidades buscadas entre los aspirantes al empleo.
Pero, por otra parte, al llegar finalmente al escritorio del encargado de la división de recursos humanos en la empresa a la que se busca entrar, las palabrejas que sedujeron al software pueden sonar repetitivas o aburridas al oido humano.
Más aún, cuando algunos estudios sugieren que un solicitante a un empleo cuenta en promedio apenas con 8,8 segundos para impresionar con el currículo a su potencial jefe.
Entonces, ¿vale la pena derrochar esos preciosos segundos en describirse a si mismo como "exitoso" o "apasionado"?Alternativas
Los expertos también sugieren el uso de alternativas para expresar de otra manera lo que esos conceptos dicen.
Por ejemplo, si se quiere mostrar como una persona exitosa, es mejor dejar que otros lo hagan por uno. Resulta más apropiado incluir testimonios de colegas haciendo referencia a nuestros éxitos que autodescribirnos como "exitosos".
En vez de hablar de "liderazgo", suena mejor presentar instancias donde se ha ejercido.
Y por supuesto, están las demás recomendaciones usuales para no arruinar las probabilidades de obtener un empleo desde el segundo en que se entrega el currículo.
Tener cuidado con los errores de ortografía, describir nuestra experiencia de manera breve, clara y concisa, son fórmulas conocidas para no espantar a un posible empleador.
De modo que, a pensar más en nuestro perfil de LinkedIn. Y depender menos de las frases de cajón.
Fuente: BBC Mundo