La oxitocina es una hormona que se libera de forma natural relacionada con el afecto, incluyendo el sexo, el parto y la lactancia. Como un producto sintetizado se ha probado como tratamiento para muchos trastornos psiquiátricos y se ha demostrado que tiene beneficios en la reducción de la ansiedad social en las personas con autismo.
En el primer trabajo, publicado en 'Psychoneuroendocrinology', se administró una dosis de oxitocina a través de un aerosol nasal o un placebo a 31 pacientes con anorexia y 33 controles sanos. Posteriormente, se les pidió que vieran secuencias de imágenes relativas a la alimentación (alta y baja en calorías), formas corporales (gordas y delgadas) y el peso (una escala variada).
Cuando se pusieron las imágenes en la pantalla, los investigadores midieron la rapidez con la que los participantes las identificaron. Después de tomar oxitocina, los pacientes con anorexia redujeron su enfoque o "sesgo de atención" hacia las imágenes de alimentos y partes del cuerpo gordas. El efecto de la oxitocina fue particularmente fuerte en los voluntarios con anorexia que tenían mayores problemas de comunicación.
El segundo estudio, publicado en 'Plos One', implicó a los mismos participantes, a los que se les sometió a una prueba similar antes y después de la oxitocina o placebo, pero en esta ocasión se evaluaron las reacciones de los voluntarios a expresiones faciales como la ira, el asco o la felicidad. Después de tomar la dosis de oxitocina, los pacientes con anorexia eran menos propensos a centrarse en las caras de asco y rostros enojados, estando simplemente vigilantes.
"Nuestra investigación muestra que la oxitocina reduce tendencias inconscientes de los pacientes a centrarse en los alimentos, la forma del cuerpo y las emociones negativas como el asco, destaca el líder de ambos estudios, el profesor Youl-Ri Kim, de la Universidad Inje en Seúl, Corea del Sur.
Tras señalar que actualmente no existen tratamientos farmacológicos eficaces para la anorexia, este experto subraya que su trabajo se suma a una importante evidencia de la literatura sobre tratamientos con oxitocina para las enfermedades mentales y alude a la aparición de una nueva opción de un tratamiento innovador para los pacientes con anorexia.
"Esta es una investigación temprana en el tiempo con un pequeño número de participantes, pero es muy emocionante para ver el potencial que este tratamiento podría tener. Necesitamos ensayos mucho más grandes, en poblaciones más diversas, antes de que podamos empezar a marcar la diferencia en cómo tratar a los pacientes", concluye Treasure.