Los residuos fueron descubiertos cerca del mausoleo Yangling, la tumba del cuarto emperador de los Han, que vivió entre 188 y 141 antes de Cristo.

Hallaron en China las pruebas físicas más antiguas del té

Por UNO

Residuos de té, añejos de 2.100 años, fueron hallados en China, lo que permite hacer retroceder en centenas de años las primeras prueba físicas de la infusión más consumida del mundo, según un estudio publicado en Scientific Reports, revista del grupo Nature.

Los residuos fueron descubiertos cerca del mausoleo Yangling, la tumba del cuarto emperador de los Han, que vivió entre 188 y 141 antes de Cristo.

De 1998 a 2005, investigadores del Instituto de Arqueología provincial de Shaanxi excavaron 86 fosas comunes situadas alrededor del mausoleo, desde donde extrajeron restos de plantas.

Los autores del estudio, dirigido por el Houyuan Lu, de la Academia de Ciencias de Pekín, anunciaron que habían identificado "restos de té y de alimentos".

Se trata de un hallazgo extraordinario debido a que las hojas de té se conservan mal a través de los siglos y es difícil identificarlos en medio de residuos putrefactos.

La referencia escrita más antigua sobre el té se encuentra en un texto del año 59 antes de Cristo, pero hasta ahora no había ninguna prueba física más allá de la dinastía de los Song del norte, que reinó en China entre los años 960 y 1279 de nuestra era.

El estudio se refiere también a otras huellas de té que datan de 200 años después de Cristo, descubiertos en el cementerio de Gurgyam en Ngari, Tíbet Occidental.

La primera tumba de este cementerio fue descubierta por casualidad por monjes del monasterio en 2005.