Si algo molesta al Gobierno mendocino son los logros de San Juan. La batalla por la promoción puede ser la gran chance para recuperar el terreno perdido.

Gioja, una pesadilla para Jaque

Por UNO

La resolución del juez federal de San Rafael Héctor Acosta suspendiendo preventivamente el decretode la nueva promoción industrial fue, aunque parcial, un bálsamo para el gobernador de Mendoza.

Una pequeña alegría, al menos, para un hombre particular, como Celso Jaque, que no siente

pasión por el fútbol y que, por lo tanto, no podrá evadirse con la ilusión que por estas horas

despierta la Selección de Diego.

Las entidades empresariales se siguen sumando a la cruzada del mandatario y hasta se ha dado

la inédita unidad de todos los legisladores nacionales mendocinos (con la notoria y única excepción

del "recontramilkirchnerista" Pampa Alvaro) para hacer fuerza conjunta en el Congreso.

Estos dos últimos datos hubieran sido impensables poco tiempo atrás. Nunca antes, en sus dos

años de gobierno, Jaque pudo encolumnar, ni remotamente, tras de sí a las fuerzas vivas locales.

¿Es, entonces, un buen momento para el gobernador? ¿O, por el contrario, se trata de un

espejismo pasajero antes del desbarrancamiento final?

Ambas alternativas están abiertas y son factibles.

Si Jaque se embebe del espíritu del líder que el momento exige, conduciendo con sapiencia las

energías concentradas en pos de la batalla antipromoción, puede cambiar la historia de su gobierno

y su propia historia como el "Patito Feo" de la política.

Pero tiene algunos problemas de gran envergadura por delante que le será complicado sortear.

Entre ellos, los condicionantes externos e internos.

Y uno adquiere un valor enorme, por estar delante de nuestras narices: San Juan.

Vecinos que obligan

Si algo humilla a los funcionarios de Jaque y a Jaque mismo, son los continuos éxitos de los

vecinos del norte.

San Juan siempre fue un hermano menor dentro de Cuyo, región que, por imperativos históricos,

debe ser –se supone– liderada por Mendoza.

Pues bien. Esto ya no ocurre. Hace rato que Mendoza no marca el paso de Cuyo. Antes bien, son

San Juan y San Luis las que vienen ostentando logros que motivan la simpatía y hasta la envidia de

los habitantes de estas tierras.

Los ministros mendocinos se quejan y atribuyen esa "buena prensa" sólo a acciones de

marketing. Con lo que están aceptando, tácitamente, otra derrota: San Juan y San Luis comunican

mejor, se venden mejor. Esto, en un universo mediático e hiperconectado como es el de los albores

del siglo XXI, significa una ventaja estratosférica.

Logros económicos sanjuaninos

Sin embargo, más allá de las percepciones subjetivas, hay una serie de indicadores duros que

hoy definen los varios cuerpos de ventaja que San Juan le viene sacando, paulatinamente, a Mendoza

en la carrera del liderazgo regional.

El respetado ministro de Producción, Raúl Mercau, al desatarse el vendaval de la promoción,

recordaba –a modo de protesta– que el Producto Bruto de Mendoza venía de caer, el año pasado, un

tres por ciento, mientras que el sanjuanino creció un cinco por ciento, gracias a las explotaciones

mineras.

Este último rubro le dio, precisamente, una nueva alegría a los vecinos: el jueves se conoció

que por primera vez en la historia, San Juan superó a Mendoza en exportaciones. Fueron, en el

primer trimestre, 450 millones de dólares contra 440.

El gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, como no podía ser de otra manera, celebró "

orgulloso" tales números como si hubiera sido el gol de Heinze a Nigeria.

Si a eso se añaden los beneficios futuros del decreto promocional, el festejo en el norte es

por partida doble.

Los logros políticos

Mendoza ha contraatacado judicialmente el cachetazo de la promoción y va a intentar, además,

la vía política.

Pero aquí se topará con más medallas de Gioja, convertido en verdadero cacique de su

toldería.

Mientras Jaque espera que alguien le tienda una mano efectiva –sin sanata– en el Ejecutivo

nacional, el verdadero hombre fuerte del país, presidente en las sombras y candidato indubitable a

recuperar el poder formal en 2011, Néstor Kirchner, acaba de bendecir con todos los honores al

gobernador sanjuanino.

En efecto, Kirchner lanzó el lunes, en el teatro El Nacional, del microcentro porteño, el

Instituto de Estudios y Formación Política del Consejo del Partido Justicialista, llamado Gestar.

Su presidente será Gioja, "uno de los aspirantes a acompañarlo en la fórmula presidencial de 2011",

según la prensa especializada, en competencia con el tucumano José Alperovich.

Gioja, por ende, figura en el elenco de los "presidenciables" dentro del oficialismo,

mientras que Jaque, hoy por hoy, ni siquiera podría figurar en una lista local.

Hasta tal punto se siente seguro Gioja, que se le escuchó decir en estos días a periodistas

mendocinos que habían ido a consultarlo: "¿Ustedes creen que yo necesito, hoy, la promoción

industrial? ¡No me hace falta!".

Gioja sonríe en público cuando mira a Mendoza y se refiere a Jaque. Por simple fair play.

Pero está ofendido con su par mendocino. Fue el único gobernador que no se acercó a felicitarlo

después de que San Juan abriera los festejos del Bicentenario cantando el Himno desde el parque

Ischigualasto.

La dependencia de la Nación

Por si esto fuera poco, Jaque padece otro serio condicionante externo, su relación con la

Nación.

Su dependencia de los Kirchner es absoluta, por distintas y varias razones.

Una es afectiva: Jaque ama a Cristina. Ya lo demostró cuando ambos eran senadores y la

primera dama lo mandoneaba igual que a todos los demás.

Otra es partidaria: Jaque se jacta de ser un peronista químicamente puro que obedece con

ciega disciplina partidaria. Eso le veda cualquier rebeldía y cualquier intento de ensayar un

camino heterodoxo, por más que las circunstancias lo requieran. Le está prohibido, por lo tanto,

rabiar políticamente contra Néstor y Cristina, pero también contra Gioja, un "vicepresidenciable K".

¿Qué hará, por ejemplo, cuando la Presidenta, según El Independiente, visite mañana Olta, en

La Rioja, en apoyo de los pequeños productores, un día antes del gran encuentro de gremialistas en

esa provincia, empresarios y los gobernadores de San Juan y Catamarca, para defender los beneficios

de la promoción? ¿Qué dirá Jaque, que aún no es recibido por Cristina?

Y, por último, están las exigencias monetarias. Una provincia endeudada y necesitada como

Mendoza (ver página 3) no puede permitirse ningún atisbo de independencia. El prometido plan de

desendeudamiento ofrecido por la Nación –aún en veremos– es como una carpa de oxígeno insoslayable

para seguir con vida.

San Juan, en cambio, al igual que San Luis, no necesita de ese placebo. Sus cuentas públicas

están mucho más sanas.

En resumen, ¿torcerá Jaque la historia en su favor? ¿Hará historia? ¿O ajustará el collar del

perro que asfixia a Mendoza?

La calidad de su liderazgo dará la respuesta en poco tiempo más.