Nueces, avellanas, pistachos... son aliados en la lucha anticolesterol según un estudio publicado
en Archives of Internal Medicine, un puñado de estos alimentos puede contribuir a mantener a raya
sobre todo el colesterol malo, y que reproduce el diario El Mundo.
Quienes más se pueden beneficiar si introducen frutos secos en su dieta diaria son aquellas
personas con niveles altos de colesterol LDL o las que tienen una alimentación basada en carnes
rojas y comidas rápidas. Así lo concluye el grupo de investigadores españoles de la Universidad
Loma Linda de California y del Hospital Clínic de Barcelona que ha llevado a cabo este trabajo.
Según estos autores, estudios anteriores ya habían asociado la ingesta de estos alimentos con
mejores niveles de lípidos en sangre y, por lo tanto, con la prevención de enfermedades coronarias.
Pero "este trabajo, además de confirmar dicha hipótesis, examina qué otros factores modifican los
efectos".
A tenor de los resultados, los efectos "eran similares entre hombres y mujeres y en los
distintos grupos de edad; además, eran independientes del tipo de frutos secos consumidos", señala
el diario español. Al contrario, se registraban reducciones especialmente significativas entre
quienes tenían altos niveles de colesterol LDL, un bajo índice de masa corporal y aquellos que
consumían una dieta poco saludable, basada en comidas rápidas y en carnes rojas.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo español analizó los casos de 583 individuos
incluidos en un total de 25 investigaciones desarrolladas en siete países sobre los efectos de los
frutos secos en el colesterol. Estaban divididos en dos grupos: el de hipercolesterolemia sin
medicación (colesterol elevado en sangre) y el de normolipidemia (niveles adecuados de colesterol).
Todos ingerían una media de 67 gramos diarios de cualquier tipo de frutos secos.
Al cabo de unas semanas, los autores del estudio, publicado en 'Archives of Internal
Medicine', observaron que la concentración total de colesterol disminuyó un 5,1%; un 7,4% los
niveles de lipoproteínas de baja densidad, es decir, el colesterol perjudicial o LDL; y un 8,3% el
de HDL (colesterol bueno). Los mejores resultados coincidían en aquellos sujetos que cumplían las
características anteriormente mencionadas, como seguir una dieta poco saludable.
Con estos hallazgos, los responsables de esta investigación apuestan por incluir los frutos
secos en las dietas terapéuticas destinadas a prevenir enfermedades coronarias. "Son ricos en
proteínas, fibra, minerales, vitaminas y otros componentes como antioxidantes y fitoesteroles
(esteroles de las plantas)" y ayudan a reducir el colesterol en sangre y, por lo tanto, el riesgo
de sufrir eventos cardiovasculares.