entre los invitados), siguió con Rivadavia Canta al País (Jairo, Chaqueño, de nuevo Soledad), laTonada tuyunanina (Chaqueño otra vez, León Gieco, Luciano Pereyra) y continuó esta semana sin pausacon cuatro festivales superpuestos: Americanto (en el parque San Martín), Fiesta del Camote(Corralitos, Guaymallén), Festival del Jamón y el Pan Casero (Junín) y Festival del Pejerrey (ElCarrizal). Los perfiles han sido diferentes, pero lo distinto entre cada uno es, ciertamente, parecido.Uno se dedicó sólo a artistas locales, el otro a nombres nacionales resonantes, muchos repitieronlas figuritas. La respuesta popular fue importante, pero no en todos los casos: si Rivadavia yTunuyán lograron convocar a decenas de miles, el Americanto mucho menos y los demás, bastantemenos. Y en esto último es donde conviene indagar un poco. ¿Cuánto sentido tiene recaer en esasuperposición y en la repetición de figuras tan convocantes como onerosas? Cierto es que el públicoque vive en el Este prefiere que el Chaqueño les cante a la vuelta de casa que a 150 kilómetros.Pero fuera de esa excusa a medias atendible (las jornadas de festival no sólo se pueblan de públicoautóctono, sino del que viaja especialmente para presenciar los números), resulta una monotoníasaber que el Chaqueño, que tocó allá, toca mañana más acá y pasado mañana (por ejemplo, el 27 en elFestival del Melón y la Sandía, de Lavalle) incluso más allá. Monotonía y superabundancia, sumadas a la superposición (tres festivales durante el mismodía) que provoca no sólo la posible merma de público aun cuando se trata de festivales gratuitos,sino la pérdida de cualquier atisbo de identidad que pudiera tener cada festival. El caso de laTonada es testigo: aunque ya está asumida la mutación desde hace mucho, por las virtudes del éxito,el festival no tiene sólo tonadas ni tiene muchas tonadas que digamos. A esta altura conviene decirque de ningún modo la propuesta sería que dejen de realizarse tales festivales ni mucho menos. Perosi lo que se busca es que el calendario vendimial se extienda por esta vía, con más razón hay queprogramar entre todos los festivales sus propuestas, sus fechas y sus esencias. Dejando de lado,claro está, egoísmos y "primereadas".