moderna cuenta hoy con 446 años y, a pesar de que le costó la libertad y casi la vida a su primerimpulsor y de una historia plena de conflictos y turbulencias, goza hoy de excelente salud.
22 de junio de de 1633. Una oscura y ominosa sala de juicio frente a uno de lostribunales más poderosos que existió en la historia, el Tribunal de la Santa Inquisición, con podersobre el honor, posesiones, integridad física e inclusive la vida de los acusados. Sus fallos soninapelables. Es el momento culminante del juicio. Galileo debe decidir si abjura de su teoríaheliocéntrica del universo conocido, y vive, o si la sostiene, y muere. Abjura, quebrado por quiensabe que cúmulo de presiones. No será ejecutado, pero es igualmente condenado a prisión y, másdoloroso, toda su obra queda prohibida. Se vuelve, bajo custodia, para ser conducido a su lugar deencierro, con gesto quebrado y cabeza gacha. Arrastra los pies al caminar. A último momento, dicen,murmura ¡E pur si muove! -y sin embargo, se mueve- . Es una síntesis de su pensamiento. Más allá dela autoridad, la tradición, lo revelado, o cualquier otra fuente previa, la aventura delpensamiento científico es buscar las realidades del universo, medirlas, y a partir de allí,construir conclusiones. Contrariamente a la imagen generalizada, el principal mérito que hoy se atribuye a Galileo noes la formulación del modelo heliocéntrico, ni su famosa controversia con la poderosa iglesia deesos tiempos, ni haber dirigido por primera vez el telescopio a los cielos, ni su descubrimiento delos satélites de Júpiter (llamados por eso satélites galileanos). El gran aporte de Galileo alconocimiento humano fue nada menos que fundar la ciencia experimental. En una época dondepredominaban como fuente de conocimiento únicamente la "revelación divina" o el estudio de losclásicos, propuso la experimentación metódica como forma de construir conocimiento. Hoy seguramentenos parecerá obvio, pero en la época resultó altamente revolucionario. Ubiquémonos en la época.Saliendo de la edad media, con su pensamiento mayormente religioso, y en el inicio delrenacimiento, con el redescubrimiento de escritos de "los clásicos" Pitágoras, Arquímedes, Platón,Aristóteles, etc. La ciencia no era un cuerpo de conocimiento independiente, sino que era parte dela "filosofía natural", en la cual las explicaciones de los fenómenos físicos, de menor jerarquía,debían estar contempladas y avaladas por una visión filosófica general.
Como muestra vaya un botón. Según había establecido Aristóteles, siguiendo a suteoría de los cuatro elementos, la velocidad de caída libre de un cuerpo dependía de su peso. Sisoltábamos dos cuerpos, uno pesado caería mucho más rápido que uno más liviano. Éste era unprincipio universalmente aceptado por los "filósofos naturales". Aún hoy hay gente queintuitivamente afirmaría tal cosa. Galileo no se conforma con esto. Dice -Midamos, veamos cómofunciona en realidad-. Según el mito, soltó dos balas de cañón de diferente tamaño (y masa) desdela torre de Pisa, y comprobó que caían en el mismo tiempo, es decir, a la misma velocidad. Lo másposible es que en realidad llegara a esta conclusión en su taller, realizando experimentos conesferas de diferentes materiales cayendo por planos inclinados. El caso es que no se conformó conla enseñanza de uno de los grandes maestros de la antigüedad, sino que priorizó la experimentación,la observación atenta de la naturaleza. El conocimiento humano nunca volvería a ser el mismodespués de esto... Un "experimento" al respecto, no muy conocido (y para los que aún estén dudando...). Casi 400años después, el comandante de misión del Apollo 15, David Scott, al concluir su caminata lunar,realizaría un cálido homenaje a Galileo. Frente a la cámara fija en la superficie lunar, toma unmartillo en su mano derecha, una pluma en la izquierda y los suelta simultáneamente... Cuando los doscaen de manera idéntica (por la ausencia de aire que frene la pluma), exclama algo así como ¡Queles parece, significa que el señor Galileo tenía razón! ¿Todavía duda? Véalo: http://nssdc.gsfc.nasa.gov/planetary/image/featherdrop_sound.mov Pero fue más allá el inquieto Galileo. Buscó como describir lo que medía, y encontró la mejormanera. Sus observaciones se podían expresar con formulas matemáticas. La posibilidad de plasmar elfuncionamiento de la naturaleza en formulas, que además permitían predecir anticipadamente lo queocurriría en determinadas condiciones era realmente fascinante, y estableció las bases para larealización de experimentos científicos. "El libro de la naturaleza está escrito en caracteresmatemáticos" afirmó extasiado. El tiempo pasó. La ciencia siguió su apasionante camino. Vinieron Newton, Einstein, Planck ytantos otros. Años después, Juan Pablo II levanto la excomunión y pidió perdón por el errorcometido en el rechazo de la teoría. Pero Galileo había iniciado la historia de la ciencia moderna.Gracias a él quedó establecido formalmente el método experimental, y fundamentalmente, que ningunaformulación dogmática previa es superior a la medición de la realidad. Feliz cumpleaños Galileo. Nos recuerda que ninguna autoridad de los poderosos de turno estápor encima de la libertad de pensamiento y de la búsqueda honesta del conocimiento y la verdad.Nada menos.