Otra vez los caciques comunales saldrán a pelear votos pero ahora arriesgan sus cargos.

Estrategia 2009, contexto 2011: ¡Intendentes a la cancha!

Por UNO

Está claro que este año electoral no es ni por asomo parecido a aquel lejano pero no tanto 2009signado por el moretón que significó al corazón del poder kirchnerista la piña recibida en 2008 en

medio de su pelea con el campo. Esta vuelta, como sí pasó hace dos años, no jugará Néstor Kirchner

pero su figura es insoslayable si uno quiere entender lo que sucedió con el viraje que experimentó

la imagen de la Presidenta en la opinión pública. La figura de Néstor cobró una preponderancia

política impensada a partir de su muerte y logró contagiarla a su esposa. Él no militará en persona

los distritos en los que el oficialismo tiene dificultades pero el crecimiento de la imagen de la

presidenta Cristina Fernández en muchas de esas provincias otrora hostiles es una característica

notable de la época y la mayoría de los politólogos adjudican esa recuperación a la desaparición

del ex Presidente. Resta saber si ese cambio en la valoración de la Presidenta se traducirá

automáticamente en votos pero se descuenta que Cristina mejorará la performance del peronismo

oficialista en muchos distritos en los que en 2009 rozaron el papelón.

En Mendoza, como en otras provincias de peso electoral contrarias al kirchnerismo (Santa Fe,

Córdoba, Ciudad de Buenos Aires), la mirada que había sobre el gobierno de CFK en 2009 no tiene

nada que ver con la valoración que hoy hacen muchos ciudadanos de esos distritos sobre la gestión

presidencial. El gobierno nacional no ha hecho cambios tan significativos en el país desde la

muerte de NK hasta hoy pero la imagen negativa de CFK está más flaca que nunca. Esa inyección de

energía que le propinará la valoración positiva de la Presidenta a quien termine siendo candidato a

gobernador mendocino por el Frente para la Victoria hace que ella y su círculo más íntimo tomen

partido y metan manos en la estrategia que terminará por ungir a un candidato en la provincia

cuyana electoralmente más importante.

En los círculos más cercanos al despacho de CFK en la Casa Rosada se habla con mucha

insistencia de que el ex intendente sanrafaelino y actual diputado nacional Omar Félix será

finalmente el bendecido por la Presidenta. Félix no acompañó al gobierno en temas considerados

trascendentes por Cristina como la reforma del Código Civil para permitir el matrimonio entre

personas del mismo sexo pero se lo perdonan porque saben que el sureño votó siguiendo una encuesta

que le marcaba que no debía votar a favor de ese proyecto en una provincia profunda e

históricamente sometida a los designios de una iglesia católica mustia, conservadora y poderosa.

Dicen los que saben, que el propio Néstor había bendecido a Félix para que peleara en su

provincia contra el cobismo. Creen que la imagen moderada del actual diputado nacional cae bien en

el electorado mendocino y están seguros de que sólo aquel peronista que se ubique internamente en

las antípodas del jaquismo podrá competir con algo de chance en la próxima elección. La propia

Presidenta habría instruido a quienes deben 'armar' Mendoza que no piensen en nadie que haya estado

cerca del despacho del gobernador Celso Jaque aunque sea por un rato –mala noticia para Alejandro '

el Chiqui' Cazabán-. Están seguros de que la suerte de este gobierno mendocino está echada y que

fue un fracaso. "Sólo tiene chances alguien que siempre se le haya animado al Celso y ese requisito

sólo lo cumple el Omar", dijo un provinciano que está acostumbrado a comer de vez en cuando en

Olivos.

También la estrategia incluye seducción y promesa de obras para intendentes que podrían ir

por su reelección como Rubén Miranda (Las Heras) y los Alejandros Bermejo y Abraham (Maipú y

Guaymallén). Saben que sin ellos dentro de la cancha la derrota está asegurada pero saben también

que esta vez se desgañitarán por un voto porque su propia sobrevivencia política está en juego.

Otra diferencia con la elección del 2009 en la que el radicalismo le dio una paliza soberbia al

peronismo duplicándolo en votos y en la que sólo los intendentes y cabezas de lista Adolfo Bermejo

y Félix pusieron su pellejo en juego y varios intendentes peronistas silbaron bajito y miraron para

otro lado.