la imagen de la Presidenta en la opinión pública. La figura de Néstor cobró una preponderanciapolítica impensada a partir de su muerte y logró contagiarla a su esposa. Él no militará en personalos distritos en los que el oficialismo tiene dificultades pero el crecimiento de la imagen de lapresidenta Cristina Fernández en muchas de esas provincias otrora hostiles es una característicanotable de la época y la mayoría de los politólogos adjudican esa recuperación a la desaparicióndel ex Presidente. Resta saber si ese cambio en la valoración de la Presidenta se traduciráautomáticamente en votos pero se descuenta que Cristina mejorará la performance del peronismooficialista en muchos distritos en los que en 2009 rozaron el papelón. En Mendoza, como en otras provincias de peso electoral contrarias al kirchnerismo (Santa Fe,Córdoba, Ciudad de Buenos Aires), la mirada que había sobre el gobierno de CFK en 2009 no tienenada que ver con la valoración que hoy hacen muchos ciudadanos de esos distritos sobre la gestiónpresidencial. El gobierno nacional no ha hecho cambios tan significativos en el país desde lamuerte de NK hasta hoy pero la imagen negativa de CFK está más flaca que nunca. Esa inyección deenergía que le propinará la valoración positiva de la Presidenta a quien termine siendo candidato agobernador mendocino por el Frente para la Victoria hace que ella y su círculo más íntimo tomenpartido y metan manos en la estrategia que terminará por ungir a un candidato en la provinciacuyana electoralmente más importante. En los círculos más cercanos al despacho de CFK en la Casa Rosada se habla con muchainsistencia de que el ex intendente sanrafaelino y actual diputado nacional Omar Félix seráfinalmente el bendecido por la Presidenta. Félix no acompañó al gobierno en temas consideradostrascendentes por Cristina como la reforma del Código Civil para permitir el matrimonio entrepersonas del mismo sexo pero se lo perdonan porque saben que el sureño votó siguiendo una encuestaque le marcaba que no debía votar a favor de ese proyecto en una provincia profunda ehistóricamente sometida a los designios de una iglesia católica mustia, conservadora y poderosa. Dicen los que saben, que el propio Néstor había bendecido a Félix para que peleara en suprovincia contra el cobismo. Creen que la imagen moderada del actual diputado nacional cae bien enel electorado mendocino y están seguros de que sólo aquel peronista que se ubique internamente enlas antípodas del jaquismo podrá competir con algo de chance en la próxima elección. La propiaPresidenta habría instruido a quienes deben 'armar' Mendoza que no piensen en nadie que haya estadocerca del despacho del gobernador Celso Jaque aunque sea por un rato –mala noticia para Alejandro 'el Chiqui' Cazabán-. Están seguros de que la suerte de este gobierno mendocino está echada y quefue un fracaso. "Sólo tiene chances alguien que siempre se le haya animado al Celso y ese requisitosólo lo cumple el Omar", dijo un provinciano que está acostumbrado a comer de vez en cuando enOlivos. También la estrategia incluye seducción y promesa de obras para intendentes que podrían irpor su reelección como Rubén Miranda (Las Heras) y los Alejandros Bermejo y Abraham (Maipú yGuaymallén). Saben que sin ellos dentro de la cancha la derrota está asegurada pero saben tambiénque esta vez se desgañitarán por un voto porque su propia sobrevivencia política está en juego.Otra diferencia con la elección del 2009 en la que el radicalismo le dio una paliza soberbia alperonismo duplicándolo en votos y en la que sólo los intendentes y cabezas de lista Adolfo Bermejoy Félix pusieron su pellejo en juego y varios intendentes peronistas silbaron bajito y miraron paraotro lado.