Hay problemas con la moneda de la Unión Europea.

Espiral sin salida por el Euro

Por UNO

(Podés encontrar la columnas de Marcelo Elbaum los domingos en la Edición Impresa de UNO y los viernes podés escucharlo en el programa

Primeras Voces, de

Radio Nihuil, de 7 a 9).

En 1973 el grupo británico Génesis, cuyos principales referentes son Phil Collins y Peter

Gabriel lanzaron su sexto y más exitoso disco llamado

Vendiendo Inglaterra por una Libra.

Fuera de la órbita musical, fue el año en que entra en crisis el Sistema Monetario

Internacional basado en los acuerdos de posguerra (Segunda Guerra Mundial) y comienza un nuevo

sistema basado en la libre flotación de las monedas y en donde las variaciones del tipo de cambio

será otro de los instrumentos de política económica utilizado por los distintos gobiernos para

paliar situaciones de desequilibrios domésticas, como recesiones y aumento del desempleo.

Sin embargo, en dichos años se empieza a evaluar la posibilidad de adoptar una moneda única

en los países europeos, el Euro, dado que implicaba una serie de ventajas para los países miembros

que incluía un incremento de la actividad económica debido a la eliminación de incertidumbres y

costos de transacción lo que daría una mayor transparencia al comercio.

Formalmente nace en 1988 e implica compartir un mismo mercado, una misma moneda, el Euro y un

Banco Central Único (Banco Central Europeo) donde se ejecuta una política monetaria única.

Esto implica tener convergencia en el tamaño de los déficits fiscales, el tamaño de la deuda

y las tasas de interés entre otras. En el fondo, lo que subyace es una pérdida de soberanía de los

Estados miembros en sus políticas monetarias y fiscales internas para reparar problemas domésticos.

Muchos analistas sugieren que éste fue un emprendimiento político tendiente a lograr la

estabilidad de posguerra, en especial entre Alemania y Francia. Por lo tanto, el problema al que se

enfrenta hoy la Unión Europea va más allá del virus de la Gripe G (recia), que bien podría

controlarse dado el tamaño pequeño de su economía.

Salvarlo no entra en discusión: nadie quiere correr el riesgo de ver caer a dicho país con la

posibilidad de que se ponga en riesgo nuevamente el sistema financiero internacional.

¿Se le pondrán duras condiciones para recibir ayuda? Seguramente que sí, entre las que se

encuentran reducir drásticamente su déficit fiscal de más de 13% del PBI así como establecer

estadísticas más confiables (¿los Argentinos habremos aprendido de ellos o viceversa?

Pero la verdadera cuestión es si puede haber un régimen fiscal creíble a nivel general sin

perder soberanía.

La ayuda que reciba Grecia por parte del Fondo Monetario Internacional o de los otros países

miembros de la Unión europea determinará la suerte de corto plazo de los bonos griegos y del euro.

Es posible que respiren un poco y se vean favorecidos en el corto plazo con una pequeña suba, ¿la

ayuda es la solución definitiva de largo plazo? ¿No se incrementa el riesgo moral de que otros

países sigan la misma línea griega, "total alguien lo va a salvar"? ¿los inversores se olvidarán de

todos estos temas o la atención cambiará de rumbo hacia países como España y Portugal que enfrentan

problemas similares? La disciplina fiscal debería ser pareja para todos. Pero dado que la economía

de Alemania, el eje troncal de la Unión, no se está recuperando tan rápido, es de esperar que no

quiera frenar su política fiscal expansiva. El tema es que lo puede hacer porque es más creíble que

sus pares españoles, pero suena difícil de implementar.

Me cuesta imaginar que la Unión Europea no sobreviva y por lo tanto que el Euro desaparezca.

Pero también me cuesta encontrar razones por las cuales estar positivo respecto de la cotización

del Euro.

Aún luego del comienzo de la Gripe G, el mismo se encuentra más del 8% sobrevaluado respecto

del dólar americano. O sea, es de esperar que su cotización actual de u$s/Euro de 1,345 baje a

niveles de u$s/Euro 1,235, e incluso un poco más debido a que debería cotizar con un descuento

respecto de su valor justo.

¿No sería bueno entonces comprar dólares con los euros que tenemos antes de que Europa se

venda por un Euro? Está a tiempo de tomar la decisión.