Entre pingüinos y ballenas

Por UNO

Amanece en la rutaPor Patricia Losada

Por estos días comienzan a llegar a la reserva natural Punta Tombo, en Chubut, los primeros ejemplares de pingüinos. Y llegan con el fin de cumplir con un ciclo natural que contempla la reproducción. Se calcula que al final de la temporada de verano, estas pequeñas aves, llegan a un millón de ejemplares.

Paralelamente a esta bella migración que hacen los pingüinos, que parten de la costa de Brasil para llegar a la costa patagónica argentina, comienza una temporada de avistaje que tiene atento a los turistas del país y del extranjero.

Lo que debería ser un espacio tranquilo para que estas especies, termina siendo un lugar turístico, un espectáculo digno de ver y participar como simple espectador.

Punta Tombo también cuenta con un centro de interpretación destinado a explicar a los viajeros todos los detalles y características de estas aves de bello plumaje.

Para quienes no puden viajar en esta época, pueden elegir los meses de mayo y junio, para ver cómo se aparean las ballenas en la reserva natural de Puerto Madryn. Inclusive hasta octubre se puede realizar un avistaje en una excursión acuática (hay que tener en cuenta que los pre cios son altos).

También se puede elegir de febrero a fines de abril para ver las orcas en Península Valdés. En este caso hay que tener paciencia porque no es muy frecuente verlas. Hay salidas especiales destinada a fotógrafos profesionales y público en general, para documentar este evento único en el mundo.

Estos viajes hacia la costa se pueden combinar con paseos para conocer la fauna autóctona. Por ejemplo, el choique es una curiosa especie que siempre se encuentra en el camino hacia Punta Norte o Península de Valdés. Lo bueno de elegir estos destinos es que además de disfrutar de un espectáculo natural, se viaja en temporada baja por lo tanto, alejados del bullicio de la gente.