El 7 de abril de 1889 nacía Gabriela Mistral en Vicuña (Chile).
Su nombre original era Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Hija de un maestro rural chileno, que abandonó el hogar a los tres años del nacimiento de Gabriela, la muchacha tuvo una niñez difícil en uno de los parajes más desolados de Chile. A los 15 años publicó sus primeros versos en la prensa local y empezó a estudiar para maestra.
En 1906 se enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, Romelio Ureta, que, por causas desconocidas, se suicidó al poco tiempo. De la enorme impresión que le causó aquella pérdida, surgieron sus primeros versos importantes.
En 1910 obtuvo el título de maestra en Santiago y cuatro años después se produjo su consagración poética en los juegos florales de la capital de Chile. Los versos ganadores, Los sonetos de la muerte, pertenecen a su libro Desolación (1922), que publicó el instituto de las Españas de Nueva York. En 1925 dejó la enseñanza y tras actuar como representante de Chile en el Instituto de cooperación intelectual de la SDN, fue cónsul en Nápoles y en Lisboa. Vuelta a su patria colaboró en la campaña electoral del Frente Popular (1938), que llevó a la presidencia de la república a su amigo de juventud P. Aguirre Cerda. En 1945 recibió el premio Nobel de Literatura. Viajó por todo el mundo y en 1951 recogió en su país el Premio Nacional.
En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York. Participa en la Asamblea de Las Naciones Unidas representando a Chile.
En 1954 viene a Chile y se le tributa un homenaje oficial.
En 1957, después de una larga enfermedad, muere el 10 de enero, en Nueva York.