Por Rodrigo BoniniDesde hace ya algunos años se advierte una serie de síntomas vinculados al consumo abusivo de alcohol que comienza a consolidarse y afecta intensamente a nuestros jóvenes, provocando accidentes, violencia y adicción. Es así que existe un progresivo pero sostenido descenso de la edad de inicio de consumo de alcohol, como también la actual paridad en los niveles de ingesta entre mujeres y varones y la cada vez más preocupante presencia de psicofármacos y drogas de diseño que se mezclan con el alcohol en las salidas nocturnas, que lejos de resultar divertidas se transforman en un sistema de tragos amargos para trampas suicidas.
Opinión de especialista en política criminal que ocupó cargos ejecutivos vinculados a las áreas de seguridad en la Nación, la provincia de Buenos Aires y actualmente se desempeña en la Ciudad de Buenos Aires.