Este puente victoriano, construido en 1885, ha sido la base sobre la que se ha construido la nueva estación de Blackfriars, renovada por el operador de la infraestructura ferroviaria de Gran Bretaña Network Rail Limited para atender a más pasajeros y ofrecer un mejor servicio de tren. Además, el techo solar convertirá a la estación en un un nuevo icono de la ciudad, visible desde varios kilómetros a lo largo del río Támesis.
La instalación, que empezó a construirse en octubre de 2011, ha tenido un coste de cerca de 9 millones de euros. En el proyecto también han estado involucrados la compañía Solar Century, encargada de la instalación de los paneles solares, y First Capital Conect (FCC), compañía británica operadora de trenes.
He aquí, un time lapse que resume la construcción del puente.
Fuente: ABC.es