El tratamiento de la enfermedad de Parkinson se encamina hacia nuevos avances gracias a una terapia génica experimental que permitió corregir los trastornos motrices y la calidad de vida de una quincena de pacientes con una forma evolucionada de la enfermedad.
Una terapia génica mostró que se puede mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad neurodegenerativa.