El aspecto clave del experimento, según los creadores del dispositivo, es que los dos participantes coordinen sus movimientos y se copien el uno al otro con la máxima precisión, por ejemplo recorriendo simultáneamente con las manos sus respectivos cuerpos. "Si uno va a hacer un movimiento y el otro no, se rompe la ilusión", explica Cherene.
Unos participantes del experimento expresan su experiencia de sentirse en el cuerpo ajeno como "interesante y a la vez confusa", otros como "surrealista y a la vez familiar".
La ilusión que vive el cerebro humano mientras se pone en el lugar de otra persona, está muy detallada y estudiada por la neurociencia. Así los científicos del Laboratorio de Ambientes Virtuales de la Universidad de Barcelona (EventLAB) están investigando desde hace unos años cómo se adapta el cerebro a la realidad virtual cuando el sujeto se sumerge virtualmente en diferentes situaciones.
Fuente: RT Actualidad