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Autoayuda. Muchas veces hemos visto personas exitosas y nos preguntamos cuál es el secreto. Yo diría que de todas las características que necesitamos tener la más importante es la pasión.

 

¿Cómo lograr nuestras metas?

Por UNO

Bernardo Stamateas*bernardoresponde@gmail.com

*Psicólogo, sexólogo y escritor. Autor de los best sellers Gente tóxica, Quiero un cambio y Fracasos exitosos, entre otros.

Muchas veces hemos visto personas exitosas y nos preguntamos cuál es el secreto. Yo diría que de todas las características que necesitamos tener la más importante es la pasión, vivir una vida apasionada. William Barclay decía que “los dos días más importantes de la vida son cuando nacemos y cuando descubrimos para qué”.

No hay nada más lindo que vivir una vida de entusiasmo, ya que lo que nos apasiona es la pista de aterrizaje de nuestro sueño.

Para poder alcanzar una meta necesitamos mentores, alguien que está adelante nuestro en la carrera, que nos pueda guiar, que no sea mezquino. Muchas veces este nos puede ayudar a ahorrarnos años de dolor de cabeza, enseñándonos, compartiendo, ayudándonos. Y otro elemento interesante es la inteligencia interpersonal, tener buen humor.

Tratar bien a los demás, con respeto, es fundamental, porque como hemos dicho: “Te contratan por tu capacidad y te despiden por tu carácter”. La gente falla en la inteligencia interpersonal.

En realidad las metas tienen que ser locas, desafiantes; ahora, que no sean lo suficientemente grandes como para frustrarnos ni lo suficientemente chicas como para deprimirnos.

Tenemos que ponernos metas a largo alcance pero también a corto alcance y no solamente metas de logros, sino también metas de carácter, decir por ejemplo: “Hoy voy a proponer sonreír un poco más”, “hoy voy a tratar de pasarla un poco mejor”. Y cuando uno lo logre, celebrar, tenemos que festejar todos los logros por más chicos o grandes que sean.

Lo que le pasa a mucha gente es que cuando se enfoca tanto en la meta, futuriza la alegría (cuando llegue, cuando me reciba), entonces se va la vida futurizando.

Tenemos que celebrar cada pequeño logro, armar un álbum de medallas, un álbum de triunfos, celebrarlos y decirlos, porque si no disfrutamos el recorridoentonces de qué sirve, de qué sirve llegar a la meta con un infarto, sin familia, con la vida destrozada.

Y por último, tenemos que valorarnos. Cuando uno va a pedir trabajo no tiene que ir con una actitud de soberbia, pero tampoco con una actitud de “lástima”, porque está comprobado que cuando uno se desvaloriza los demás lo desvalorizan.

El valor no se conquista, el valor se demuestra, porque todos valemos.

La fe nos acompaña donde la razón nos abandona, y tomarnos de la mano del creador hace que todo cambie y vaya para bien. Saber que todos somos líderes, porque liderazgo es influencia.

Tenemos que recuperar otra vez el protagonismo de nuestra vida, y decir: “Voy a elegir cómo reaccionar, me voy a juntar con mentores, voy a comenzar a soñar cosas grandes, voy a comenzar a desarrollar mi don predominante, voy a comenzar a prepararme y crecer interiormente”.

Porque si el sueño es más grande que el soñador, entonces el sueño nos va a aplastar.