No se había podido examinar la actividad cerebral de las personas mientras caminaban por parques o por zonas agitadas. Pero en el último estudio, publicado en The British Journal of Sports Medicine, los investigadores de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo pusieron electrodos en el cuero cabelludo de los voluntarios, conectados a lap tops que cargaban ellos mismos y los llevaron a caminar la misma distancia en un parque, en una calle con construcciones antiguas y tráfico ligero y por último en un distrito comercial con un tráfico pesado y edificios de concreto.
Los resultados del estudio con base en los patrones de ondas cerebrales registrados en las computadoras de cada voluntario, revelaron que éstos tuvieron una actividad cerebral calmada durante su caminata por la zona arbórea.
La doctora Jenny Roe, profesora de Heriot-Watt, dijo que “caminar por ambientes naturales requiere cierta atención pero nada de esfuerzo mental”. Se trata de la llamada atención involuntaria, que no demanda estar alerta, como sí ocurre en un ambiente urbano agitado.
Aunque el estudio no se realizó con una muestra muy grande, los resultados son consistentes y demuestran que es conveniente pasear por áreas verdes cuando se quiere despejar la mente.
Fuente: Culturizando