El fotógrafo estadounidense Brad Wilson decidió cambiar de escenario para fotografiar la naturaleza. Llevó a animales a un estudio. El resultado: imágenes nunca antes vistas.

Animales en fotos

Por UNO

Brad Wilson es un fotógrafo estadounidense que decidió aproximarse a la fotografía de animales desde una perspectiva distinta. En lugar de trasladarse a su hábitat natural, Wilson llevó sus "modelos" al estudio y capturó instantáneas de gran detalle. Su obra se expone en la galería Doinel, en Londres. (Fotos: Brad Wilson/The Doinel Gallery).

Al posar, los animales muestran un costado de su naturaleza que no es posible captar fuera de un estudio. El resultado es una fotografía que le permite a quien la observa focalizarse enteramente en el sujeto y sus peculiaridades.

Las fotos de Wilson pertenecen a la muestra "Affinity" ("Afinidad"), que puede verse en la galería británica hasta diciembre.

Los animales, fotografiados con un nivel de detalle sorprendente, no están tan desacostumbrados a posar como podría parecer: muchos han participado en películas y han sido retratados anteriormente.

La pose de este chimpancé resulta tan humana como la de una persona.

La fiereza inhumana del león se convierte en un gesto lleno de sentimiento cuando el rey de la selva es retratado en un estudio.

Después de exponer en Londres, Wilson llevará sus fotografías a París, donde podrán ser vistas a partir de diciembre.

El nivel de realismo capturado por el fotógrafo es algo pocas veces visto en el mundo animal. Los retratados muestran su lado más "humano" en un ambiente totalmente ajeno.

Si los primates ya son de por sí parecidos a los seres humanos, la actitud y la pose de este ejemplar no tiene nada que envidiarles a las de los retratos realizados a los más famosos artistas.

Las manchas de este guepardo pueden verse con lujo de detalles gracias a que la foto fue tomada en un estudio y no en su hábitat natural, donde este felino puede moverse hasta a 120 kilómetros por hora.

Cada animal fue acompañado de sus cuidadores.

La blancura de la piel del zorro del Ártico resalta en el estudio muchísimo más que en su gélido hábitat natural.

 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed      
 Embed