País Bordet
Esta semana el Senado tratará el proyecto que aprobó Diputados y eleva el piso imponible del Impuesto con un costo fiscal de 65.000 millones de pesos. Hasta anoche esperaban que los mandatarios provinciales frenen los cambios en la Cámara alta

Ganancias: el Gobierno confía en el apoyo de los gobernadores

Por UNO

El gobierno nacional evaluaba ayer convocar a los ministros de Economía de todas las provincias para explicarles el impacto que tendrá en las finanzas provinciales la eventual sanción en el Senado (y por consiguiente, su conversión en ley) del proyecto impulsado por la oposición para modificar el Impuesto a las Ganancias.

La apuesta del macrismo es que una descripción detallada del escenario negativo que tendrá cada provincia, debido a que la recaudación del tributo -que caerá notablemente- es coparticipable, llevará a los ministros a convencer a sus respectivos gobernadores para que estos sugieran a los senadores nacionales no aprobar el polémico proyecto.

De esta forma, obviamente, el mayor costo político será para los legisladores y los gobernadores.

En ese contexto de tensión, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, pidió ayer al Senado responsabilidad y afirmó: "El peligro es convertir al Congreso nuevamente en una escribanía, pero de la oposición".

Frigerio hizo esas declaraciones en China, de donde regresará esta noche, tras una misión para conseguir financiamiento para obras públicas.

De concretarse la convocatoria a los ministros, sería otro paso en la estrategia de presión sobre los gobernadores. Fuentes oficiales señalaron ayer al diario La Nación que los tiempos son escasos para la convocatoria, que sería en el marco del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal (CFRF), conformado por todas las provincias. Deberían hacerla Frigerio y su par de Hacienda, Alfonso Prat-Gay.

Se buscaría, así, un intento de unificar criterios para llevar pasado mañana al plenario de comisiones del Senado, al que fueron invitados todos los gobernadores, ante los cuales expondrá el director de la AFIP, Alberto Abad, para informar sobre el impacto fiscal.

El CFRF, compuesto por la Nación y los ministros de finanzas del interior, emitió el viernes un comunicado que alertaba sobre el alto costo de la reforma opositora, con una rebaja de la recaudación fiscal del 2%. El proyecto del Poder Ejecutivo, comparaba, tendría una merma de solo 0,6%.

La Casa Rosada está preocupada por el rojo fiscal y por la mala señal a los inversores, debido al cambio de reglas de juego por la creación de impuestos muy cuestionados, como el impuesto al juego y la reimplantación de retenciones a la minería, que Macri había eliminado al inicio de su gestión.

***

El proyecto opositor

El polémico dictamen, que recibió sanción en Diputados el martes, fue acordado por todos los bloques de diputados de origen peronista, liderados por el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa; Axel Kicillof, del Frente para la Victoria, y Diego Bossio, del Bloque Justicialista, entre otros. Tiene un impacto fiscal de 65.000 millones de pesos, mientras que la iniciativa oficial costaba implicaba un costo de 27.000 millones de pesos y había sido acordada por las provincias en el Consejo de Responsabilidad Fiscal.

La Casa Rosada no encontró hasta ahora respuestas positivas en la mayoría de los mandatarios del PJ, que avalaron la reforma de Diputados. La jefa del bloque de senadores de PRO, Laura Rodríguez Machado, dijo ayer que el PJ y el FPV deberían revisar sus posturas porque "serán sus gobernadores los que dejarán de recibir los fondos". Y deslizó: "Vamos a ver qué pesa más, si doblarle la mano al Presidente o recibir menos dinero el año que viene, que es electoral".

***

El mapa del Senado

Según analizan en el gobierno nacional, los gobernadores peronistas de mayor peso son Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), José Manzur (Tucumán) y Claudia Ledesma Abdala (es la esposa del exgobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora). Solo estos cuatro mandatarios administran nueve votos en el bloque del FPV, un número por demás importante, si se toma en cuenta que el oficialismo nacional tiene 15 senadores propios.

La característica de este primer grupo de mandatarios, tomando a la gobernadora santiagueña como una extensión política de Zamora, es que tienen experiencia y poder político consolidado como para asimilar, en caso de considerarlo necesario, el costo de la decisión de apoyar al macrismo en esta encrucijada.

Después están los gobernadores debutantes y/o delfines de otros dirigentes, que tienen menos poder territorial y autonomía política. En este grupo el macrismo ubica al entrerriano Gustavo Bordet, quien tendría limitaciones para imponer una decisión a los senadores Pedro Guastavino y Sigrid Kunath. En una situación similar se encuentra Hugo Passalacqua (Misiones), ya que la senadora Sandra Giménez responde al sector del Frente Renovador misionero que lidera el exgobernador y ahora diputado nacional Maurice Closs, razón por la cual decidió dejar el bloque del FPV, mientras que la conducta del peronista Salvador Cabral resulta impredecible.

En peor situación se encuentran Sergio Uñac (San Juan) y Domingo Peppo (Chaco), sin ascendencia sobre ninguno de sus senadores.

Los sanjuaninos Ruperto Godoy y Marina Riofrío son kirchneristas al igual que la chaqueña María Pilatti de Vergara, mientras que Eduardo Aguilar responde al exgobernador chaqueño Jorge Capitanich.

El gobernador riojano Sergio Casas tiene dos senadores kirchneristas, pero hasta el momento han atendido sus demandas. La catamarqueña Lucía Corpacci tiene a favor solo a la kirchnerista Inés Blas; y la gobernadora fueguina Rosana Bertone, que cuenta con la lealtad de José Ojeda; pero no del otro senador Julio Catalán Magni, que responde al exministro Florencio Randazzo.

El salteño Juan Manuel Urtubey encolumna a su hermano Rodolfo, pero la senadora Cristina Fiore Viñuales está más cerca del macrismo. Ni cuentan a los santacruceños, que responden a Cristina Fernández de Kirchner.

***

Modificaciones parciales

El gobernador sanjuanino Sergio Uñac adelantó ayer: "El Senado va a aprobar esto (el proyecto) y va a quedar en manos del Presidente tomar una decisión política, con todo lo que ello implica".

"Todos queremos que eso ocurra, levantar el piso (del mínimo no imponible), que los trabajadores cobren más. Lo discutible es cómo hacemos, cómo distribuimos, cómo generamos ingresos que equilibren la falta o merma de ingresos que va a tener el gobierno nacional", analizó el mandatario.

Luego defendió la quita de las retenciones a la empresas mineras: "Quizás 200 o 250 millones de pesos al año las retenciones que se eliminaron, no es una cifra importante a los fines recaudatorios del gobierno nacional. Me parece que pone en juego la estabilidad del país, la seguridad jurídica que vuelvan", dijo .

Por su parte el senador nacional salteño Rodolfo Urtubey (PJ) aseguró que hay que hacerle modificaciones al proyecto opositor de reforma de Ganancias para atenuar el impacto fiscal para las provincias, aunque advirtió que piensa votar "en general" a favor de la iniciativa que ya recibió media sanción en la Cámara de Diputados. Confió en que "queda tiempo para tratar el proyecto antes de fin de año".

En una entrevista con Radio Mitre, Urtubey sostuvo que está a favor de "una ley que mejore el mínimo no imponible, el salario real de todos los trabajadores", pero aseguró que eso "se puede hacer sin tanto impacto fiscal en las provincias". "

Voy a firmar un dictamen con disidencia y voy a proponer en el recinto modificaciones", afirmó el senador que responde a la conducción política de su hermano, el gobernador de Salta.

 Embed      
Foto: Télam
Foto: Télam
FUENTE: borrar