El diario perteneció al científico George Murray Levick, parte del equipo del explorador inglés Robert Scott. Parte de sus compañeros murieron de frío y hambre pero aún quedan vestigios de aquel intento de hazaña. 

Hallaron un diario personal bajo el hielo de la Antártida un siglo después

Por UNO

Un siglo después de que quedara enterrado bajo el hielo de la Antártida se encontró el diario de un miembro de la expedición del explorador inglés Robert Scott. Todavía se pueden leer las notas. Scott y parte de sus compañeros de expedición murieron de frío y hambre.

El diario perteneció al científico George Murray Levick y fue descubierto durante el deshielo del pasado verano cerca de la base Terra Nova que estableció Scott en 1911. El cuaderno recoge parte del registro oficial de la expedición y aunque ha sufrido daños por el agua y la congelación durante el siglo que ha permanecido enterrado las anotaciones de Levick todavía se pueden leer.

El cuaderno fue trasladado a Nueva Zelanda, donde trataron con mucho cuidado cada hoja y lo encuadernaron de nuevo. Luego lo volvieron a llevar a la Antártida, donde la fundación está trabajando en preservar cinco lugares utilizados por los exploradores Scott, Ernest Shackleton y Edmund Hillary.

El diario pertenece a la fundación neozelandesa Antarctic Heritage, cuyo director Nigel Watson ha dicho "Estamos encantados de encontrar nuevos objetos después de siete años intentando conservar el último edificio y la colección de la expedición de Scott". 

La expedición de Scott se dividió en dos grupos al llegar a la Antártida. Él llegó al Polo Sur el 17 de enero de 1912, un mes después de que lo hiciera el noruego Roald Amundsen. Poco después Scott y sus compañeros murieron de frío y de hambre.

El escritor del diario, Levick estaba en el otro grupo, que viajó a lo largo de la costa para realizar sus observaciones científicas pero quedaron varados en el campo base a causa del hielo. Los seis hombres que componían este grupo lograron sobrevivir al invierno antártico refugiándose en una cueva cavada en el hielo y comiendo lo que podían, entre otras cosas, pingüinos y focas.

La fundación también ha encontrado botellas de whisky de la expedición de Shackleton de 1907-08 y negativos perdidos de su incursión en el Mar de Ross en 1914-17. Una destilería escocesa ha analizado el whisky de Shackleton y se ha sorprendido por su inesperada delicadeza "con un toque de humo en el paladar", y lo ha recreado en una edición limitada de 50.000 botellas que se han vendido por más de 100 libras cada una.

En su cuaderno Levick recoge fechas, asuntos y detalles de las fotografías que había tomado. Las notas se corresponden con los dibujos de la colección de los trabajos de Levick del Instituto de Investigación Polar Scott de la Universidad británica de Cambridge.

Mucho más interesante es un ensayo científico que escribió con el título 'Hábitos sexuales del Pingüino Adelaida', que estuvo perdido hasta que unos investigadores del Museo de Historia Natural de Londres lo encontraron en 2012. En el mismo describe los hábitos "depravados" de estos pingüinos, pues algunos tienen comportamientos homosexuales y otros machos trataban de aparearse con los cuerpos de hembras muertas.

El aventurero estaba tan escandalizado con el comportamiento de los pingüinos que escribió algunas de las observaciones en griego para que un lector medio no pudiera entenderlo. De hecho, su ensayo fue distribuido entre algunos expertos pero nunca divulgado públicamente.

Levick, que vivió hasta 1956, participó en la sangrienta batalla de Galípoli durante la I Guerra Mundial y trabajó en el servicio de inteligencia militar británico en la II Guerra Mundial.

Fuente: euroxpress.es